Por Redacción - 21 Julio 2023
En la era digital actual, nuestros dispositivos móviles se han convertido en compañeros inseparables que nos brindan una amplia gama de servicios y comodidades. Sin embargo, detrás de esa conveniencia aparente, existe una realidad inquietante: nuestros móviles son una puerta abierta para la publicidad conductual, donde nuestros datos personales se convierten en el arma preferida para dirigir anuncios altamente específicos hacia nosotros.
El relato cotidiano de un anuncio de taladro inalámbrico apareciendo justo después de una conversación con nuestra pareja es suficiente para alimentar nuestras sospechas. ¿Acaso nuestros teléfonos están escuchando nuestras conversaciones y enviando nuestros datos a compañías de publicidad? La verdad, sin embargo, es un poco más complicada.
En primer lugar, nuestros dispositivos móviles no nos escuchan en el sentido literal de la palabra. Claro que están siempre atentos a ciertas palabras clave que activan los asistentes de voz, pero no están enviando constantemente nuestras conversaciones a terceros para la generación de anuncios personalizados. En cambio, estos dispositivos recopilan una gran cantidad de datos sobre nosotros, como nuestra ubicación, historial de búsqueda, navegación, compras y nuestras interacciones físicas con el dispositivo.
Estos datos, en conjunto, forman lo que se conoce como nuestra "huella digital". Las empresas de publicidad utilizan esta información para rastrearnos en línea y predecir nuestros intereses de compra. Sorprendentemente, estas empresas no conectan directamente nuestros datos con nuestra identidad personal, lo que significa que nuestros datos son recopilados y utilizados en forma anónima. De esta manera, pueden mostrarnos anuncios específicos sin la necesidad de violar leyes de privacidad o escuchas telefónicas.
De hecho, según un estudio de la Asociación Nacional de Marketing Directo encontró que el 67% de los consumidores están más dispuestos a realizar una compra después de ver un anuncio móvil relevante. Esto sugiere que la publicidad conductual puede ser una herramienta eficaz para generar ventas. A pesar de sus beneficios para empresas y marcas, las preocupaciones sobre privacidad y el uso de datos no deja de ser alarmante.
La publicidad conductual online se basa en la recopilación de estos datos para dirigir anuncios altamente precisos
Existen todo tipo de casos y ejemplos de cómo las empresas están utilizando la publicidad conductual en dispositivos móviles. Por ejemplo, Una empresa de comercio electrónico puede utilizar la publicidad conductual para mostrar anuncios de productos a los clientes que han visitado su sitio web pero no han realizado una compra. Un banco puede utilizar la publicidad conductual para mostrar anuncios de préstamos a los clientes que han estado buscando información sobre préstamos en línea. Incluso una tienda de ropa puede utilizar la publicidad conductual para mostrar anuncios de ropa a los clientes que han visitado su tienda en el pasado. Estos son solo algunos ejemplos de cómo las empresas están utilizando la publicidad conductual en dispositivos móviles para llegar a sus clientes potenciales.
Si bien la publicidad dirigida puede parecer impresionante y aterradora en su precisión, gran parte de esto se debe a la enorme cantidad de datos que las computadoras pueden procesar. Las máquinas pueden hacer conexiones aparentemente inexplicables que escapan a nuestro entendimiento humano. Además, la coincidencia también juega un papel, y a menudo recordamos más los anuncios que parecen acertar "milagrosamente" en nuestros pensamientos e intereses.
Diferentes estudios e informes han abordado las controversias o debates sobre el uso de la publicidad conductual en dispositivos móviles. En este sentido, Un estudio de la Pew Research Center encontró que el 56% de los consumidores están preocupados por la privacidad de sus datos cuando usan dispositivos móviles. Esto se debe a que los consumidores saben que sus datos se utilizan para mostrarles anuncios personalizados, pero no siempre están seguros de cómo se utilizan esos datos.
Otro estudio relacionado de la Asociación de Consumidores de Internet encontró que el 63% de los consumidores están de acuerdo en que las empresas deberían pedir permiso antes de rastrear sus datos móviles. Esto sugiere que los consumidores quieren tener más control sobre sus datos y sobre cómo se utilizan.
La publicidad conductual a través de dispositivos móviles ha generado diversas controversias y debates en el ámbito de la privacidad y la ética digital.
Uno de los principales temas de debate es el alcance de la recopilación de datos y el nivel de consentimiento que los usuarios otorgan para esta práctica. Muchos consideran que la recopilación extensiva de datos personales sin un consentimiento claro y comprensible infringe la privacidad y los derechos de los usuarios. La falta de transparencia en el uso de datos y cómo se aplican para la personalización de anuncios ha sido objeto de críticas, ya que a menudo los usuarios no son plenamente conscientes de cómo sus datos están siendo utilizados.
Otro tema polémico es la manipulación y el impacto en la salud mental de los usuarios. La publicidad conductual, al dirigirse de manera tan precisa a los intereses y vulnerabilidades de las personas, puede influir en sus decisiones y comportamientos de una manera que algunos consideran intrusiva y manipuladora. La preocupación se centra en cómo los anuncios altamente personalizados pueden afectar negativamente la autoestima y el bienestar emocional de las personas, especialmente en áreas sensibles como la imagen corporal o las opiniones políticas.
Además, la falta de control adecuado sobre el contenido publicitario también ha suscitado preocupaciones. La aparición de anuncios engañosos o maliciosos en dispositivos móviles puede generar una experiencia negativa para los usuarios y, en algunos casos, incluso poner en riesgo su seguridad digital. El debate se centra en cómo garantizar que los anuncios sean éticos, precisos y relevantes para los usuarios sin cruzar límites que puedan afectar negativamente su confianza en la publicidad en línea.
Asimismo, el uso creciente de inteligencia artificial y aprendizaje automático en la publicidad conductual ha abierto un debate sobre la responsabilidad y la imparcialidad de estas tecnologías. La capacidad de las máquinas para tomar decisiones basadas en grandes conjuntos de datos puede generar sesgos y discriminación involuntaria, lo que plantea interrogantes sobre cómo garantizar que la publicidad dirigida sea justa y equitativa para todos los usuarios.
Las empresas de publicidad ya están experimentando con el uso de inteligencia artificial generativa para crear anuncios instantáneos y personalizados para cada individuo. Esto significa que los anuncios podrían dirigirse no solo a perfiles similares al nuestro, sino a nosotros específicamente, con mensajes adaptados a nuestras inseguridades personales y sueños secretos.
Afortunadamente, también hay un lado positivo en la protección de nuestra privacidad. Las empresas tecnológicas han comenzado a agregar más herramientas de control de privacidad en sus sistemas operativos y navegadores para ayudar a los usuarios a mantener sus datos más seguros. Desde funciones que permiten bloquear el rastreo de aplicaciones hasta configuraciones para evitar la publicidad dirigida, estamos ganando una mayor capacidad para proteger nuestros datos en línea.
Aunque es poco probable que el uso de teléfonos inteligentes sea completamente privado en el futuro, al menos contamos con más opciones para salvaguardar nuestra privacidad. Mientras tanto, la batalla entre la publicidad conductual y nuestra necesidad de proteger nuestros datos personales continuará evolucionando a medida que la tecnología avance. El desafío será encontrar un equilibrio entre la personalización y la privacidad en este nuevo mundo digital.
