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En el vertiginoso mundo de la publicidad digital, cada clic, cada impresión y cada conversión, cuenta. Poder optimizar las campañas publicitaras para alcanzar el mejor resultado es cada vez más difícil, en un contexto de mercado tan saturado como es el digital donde cada día nos impactan con miles de anuncios.
Utilizar la inteligencia artificial (IA) para optimizar campañas se va a convertir en una estrategia fundamental para ser competitivos y alcanzar la visibilidad esperada. La aplicación de la IA en este entorno publicitario cambia la manera de llegar a la audiencia, la creación contenido publicitario y, por supuesto, ayuda a maximizar el retorno de la inversión.
La eliminación de las cookies de terceros en Google en aplicación de su iniciativa Privacy Sandbox supone un cambio de paradigma en la configuración de segmentaciones, ya que las cookies permitían recopilar información sobre los usuarios para ofrecerles publicidad personalizada. Pero este cambio, a la vez, supone un reto para los especialistas de marketing, ya que nos obliga a repensar estrategias y encontrar nuevas formas de conectar con nuestro target objetivo.
Las estrategias basadas en ‘First-Party Data’ y el uso de la inteligencia artificial para entender a los consumidores, son decisivos para targetizar. De esta forma, la posibilidad de aplicar algoritmos que usen inteligencia artificial para crear segmentaciones de alto valor, se presenta como una solución a este contexto sin cookies. Gracias a la IA, estos algoritmos son capaces de analizar grandes cantidades de datos de usuarios para identificar patrones y tendencias, respetando siempre la privacidad y permitiendo llegar a audiencias específicas, cualificadas y de alto valor.
Las capacidades de la IA también pueden ayudarnos a crear experiencias publicitarias personalizadas que sean relevantes para los usuarios en función de sus intereses y necesidades en campañas contextuales. Esta personalización, por un lado, aumenta las posibilidades de que los usuarios sean más receptivos e interactúen con el anuncio ayudando así alcanzar los objetivos de campaña y, por otro, mejora el impacto y la percepción de la marca al ofrecer un contenido contextualizado.
Por ejemplo, a nivel creativo, la IA puede realizar test A/B de forma automática y continuada para determinar qué variación de anuncios, mensajes o llamadas a la acción son más efectivas. Esta iteración en tiempo real permite una optimización rápida y eficiente de la creatividad, mejorando poco a poco el rendimiento de la campaña.
Una de las mayores fortalezas que podemos observar de la IA es su capacidad para optimizar las campañas publicitarias en tiempo real. Posee una habilidad automática para la mejora continua y adaptación a medida que se recopilan más datos, que le permite ir ajustando sus modelos para mejorar el rendimiento de las campañas publicitarias con el paso del tiempo.
Los algoritmos de aprendizaje automático analizan de manera constante el rendimiento de los anuncios y son capaces de realizar ajustes en tiempo real. Esto incluye la optimización de la oferta, la segmentación de audiencias y la distribución del presupuesto para alcanzar los objetivos de la manera más eficiente.
En resumen, ser capaces de aprovechar el poder de la IA en la optimización de las campañas publicitarias digitales revoluciona el camino de la optimización para conseguir los objetivos de campaña marcados, ayudándonos a mejorar significativamente el rendimiento con mayor eficacia. Aquellas marcas que adopten esta tecnología y la integren en sus estrategias publicitarias estarán en una posición única para alcanzar el éxito en el contexto actual de la publicidad online.
