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Por Redacción - 12 Mayo 2014
WhatsApp sin duda ha sido una de las aplicaciones móviles más revolucionarias de nuestros tiempos. Con su llegada, los mensajes de texto tradicionales, los populares SMS, llegaron prácticamente a su fin para dar paso a una nueva forma de comunicación mucho más dinámica y versátil.
Es evidente que WhatsApp no solo supuso un cambio en este sentido. El auge y uso extendido de esta aplicación y los dispositivos móviles, han llegado a cambiar incluso muchos de los hábitos de comportamiento entre los usuarios. Tanto es así, que hasta estudios científicos han advertido en reiteradas ocasiones, sobre cierta dependencia al WhatsApp dentro de las propias relaciones personales. Ya no sorprende a nadie el encontrase la típica escena de dos personas sentadas en una mesa, sin apenas diálogo, o constantemente pendientes de los mensajes y conversaciones de su WhatsApp.
Esto ha convertido las aplicaciones de mensajería móvil, y a WhatsApp en especial por ser la más popular y extendida, en un "capturador" de la atención de los usuarios móviles. Algo que tanto para marcas y anunciantes, se considera casi incluso como un Grial con enorme potencial para la publicidad. Sin embargo, desde sus inicios, la filosofía de esta empresa, ha sido la de mantener este espacio libre y alejado del intrusismo publicitario, dejando de lado la posibilidad de insertar cualquier tipo anuncios.
La compra de WhatsApp por parte de Facebook, hizo pensar a muchos, que esta "época tranquila", daría paso como consecuencia, a una nueva era donde la publicidad por fin desembarcaría en esta popular aplicación de mensajería. A pesar de ello, desde la red social insistieron reiteradamente que esto, al menos de momento, no se produciría y WhatsApp seguiría siendo la de siempre, sin anuncios y sin publicidad.
Sin embargo, y a pesar de que Facebook dejó bien clara sus intenciones, la posibilidad de utilizar el entorno de WhatsApp como un nuevo espacio publicitario y una herramienta promocional, ha llevado a que otras muchas empresas desembarque en el mercado con diferentes soluciones y modelos de publicidad capaces de conectar a las marcas con los usuarios de esta popular App.
Estos nuevos modelos y servicios publicitarios, han sido diseñados para poder ofrecer a las marcas y anunciantes un nuevo canal, a través del cual, enviar ofertas, imágenes o textos promocionales, realizar sorteos vinculandos a sitios web, envío de contenidos, noticias y novedades sobre determinadas marcas, vídeos virales u otros elementos multimedia, etc... Todo ello, claro está como parte de un conjunto de acciones por las cuales los anunciantes deberán de pagar y los usuarios claro está, deberán ofrecer su consentimiento.
En este último aspecto, nos encontramos con el gran dilema y la delgada línea roja que separa la privacidad y lo legal de las malas prácticas que en ocasiones hemos podido comprobar y que se realizan con demasiada frecuencia. El negocio de los datos, donde ahora los número de teléfono de usuarios de WhatsApp comienzan a circular, se convierten en un nuevo "manjar" que podría dar como resultado el origen de una nueva forma de spam. Algo que durante años, ha sido una constante en las promociones publicitarias a través de los tradicionales mensajes SMS.
Para muchos usuarios, la posibilidad de utilizar este entorno para compartir contenidos o recibir información de algún modo relevante, puede llegar a ser de gran utilidad. Esto es algo que parece estar proliferando incluso a través de algunos medios de comunicación. Pero si todo ello deriva en la transformación agresiva de este canal como un nuevo soporte y cambo de batalla publicitario donde lo intrusión vuelve a ganar, estaremos poniendo en peligro y en riesgo "una vez más", la tan importante experiencia de sus propios usuarios.
