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Por Redacción - 2 Junio 2014
A la hora de difundir su contenido, los editores centran sus esfuerzos en las redes sociales, con Facebook y Twitter a la cabeza. Sin embargo, existe una plataforma social más que relevante, que parece pasar desapercibida.
Se trata de WhatsApp, el servicio de mensajería móvil que ya cuenta con 400 millones de usuarios registrados. Una vía que a diario registra más de 50 mil millones de mensajes, de toda índole. Entre los que cada vez se encuentra mayor cantidad de contenido.
Un hecho que se ha evidenciado desde octubre, cuando WhatsApp implementó el botón para compartir contenido en su aplicación para iOS. A partir de esa fecha, medios como BuzzFeed han duplicado los clics recibidos desde WhatsApp.
Por su parte USA Today, de los últimos medios en incorporar esta funcionalidad como vía para compartir su contenido, registra ya el 18% de los shares desde WhatsApp. Solo 7 días después de su implementación. Lo que supone un 5% más que Twitter (13%); y que pronto presentará seria competencia a Facebook (34%).
Pese a las positivas cifras, todavía el uso de WhatsApp como vía oficial para compartir contenido por parte de los editores es un hecho excepcional. Un aspecto que dificulta esta implementación son las complicaciones y problemas que presenta la plataforma a la hora de integrarla con aplicaciones de terceros.
En principio, no todos los editores gozan del privilegio de utilizar la app de WhatsApp. Esta plataforma se reserva el derecho a aceptar o denegar a los desarrolladores interesados.
De otra parte, la opción de compartir todavía no está disponible para Android, con lo cual deja al margen a una buena proporción de usuarios. Asimismo, también existen serias dificultades a la hora de medir efectivamente el tráfico derivado de WhatsApp. Únicamente es posible conocer el número de clics registrados, pero no las visitas en las que efectivamente se traducen estos clics.
Indudablemente, la capacidad de WhatsApp como vía para descubrir y compartir contenido es innegable, y podría presentar seria competencia a Twitter o Facebook. Todo depende de que la plataforma habilite las posibilidades para implementarlo de forma general y efectiva, y que se muestre más transparente a la hora de proporcionar información útil sobre la actividad que en ella se sucede.
