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Por Redacción - 3 Octubre 2014
Los vídeos online son cada vez más importantes. Lo son para la publicidad en la red, lo son como contenido que todo el mundo quiere consumir y las empresas se afanan en crear y lo son también como método para saber qué se ha comprado y qué se debe comprar. La red está llena de tutoriales hechos por particulares, en los que los desconocidos confían cada vez más para saber qué es lo que se van a encontrar. Estos vídeos son cada vez más importantes a la hora de tomar decisiones de compra y los consumidores los tienen cada vez más presentes cuando se decantan por uno o por otro producto.
En general, las reviews de los consumidores sobre los productos son muy influyentes a la hora de cerrar procesos de compra. Un estudio de Offers.com señalaba que el 53% de los consumidores se deja llevar por las opiniones que otros usuarios han publicado para comprar o no un producto y otro de Ipsos concluía que los contenidos en forma de opinión son los consiguen mayor confianza y resultan más creíbles para los compradores.
Esto funciona tanto por el lado de lo positivo como por el negativo. Las malas críticas en internet pueden acabar con el interés del comprador por un producto concreto: el 86% de los consumidores, según un estudio de Dimensional Research, se deja influir por ellas.
En el caso de que las reviews sean en vídeo, las opiniones reciben una capa más de credibilidad. Para el consumidor es más fácil creer lo que ve, puesto que la idea general es que los ojos no engañan. De hecho, según un estudio de Invodo la mitad de los consumidores confía en las críticas en vídeo y las buscan de forma específica sobre todo cuando van a comprar un producto de coste elevado, como pueden ser electrodomésticos de gama alta o productos de nuevas tecnologías. El hecho de que se puede ver lo que se está diciendo, junto con el hecho de que se ve a quien lo está diciendo (y que esa persona es alguien de entrada anónimo), hace que la opinión tenga un cierto sello de garantía de veracidad.
De hecho, los vídeos en YouTube son ya un factor más que a tener en cuenta para saber qué comprará el consumidor. Un análisis de la situación de Walker Sands confirmaba lo que muchos sospechaban: los compradores no solo ven esos vídeos sino que también los tienen en cuenta. Uno de cada dos se ha dejado influir por un vídeo de YouTube para comprar o no un producto. YouTube es además la plataforma favorita de los internautas para subir sus vídeos de productos: el 60% escoge la red de vídeos de Google para ello.
Las empresas también deben
Pero el poder de las reviews en vídeo y de los vídeos de producto no es algo que se deba dejar solo en manos de los consumidores anónimos que suben sus opiniones a YouTube. También es importante que la propia empresa genere vídeos y haga su propia estrategia audiovisual. Según un estudio de Animoto, tres cuartas partes de los consumidores están más abiertos a hacer una compra después de haber visto un vídeo del producto.
El vídeo no solo afecta a las decisiones de compra sino también a la percepción que el consumidor tiene de la compañía. Un 77% considera que una empresa que hace vídeos de sus productos está más comprometida con sus clientes que una que no lo hace y un 71% cree que crea una imagen positiva. La mitad de los consumidores, según el estudio, confía más en una empresa que produce vídeos de sus productos.
Estos contenidos son también una forma para posicionar el producto y la marca y ayudar a la conversión. Los vídeos se posicionan muy bien en los resultados de búsqueda en internet. Google incorpora en las primeras posiciones información llegada de sus otros productos, como Google Noticias o YouTube, por lo que posicionar bien un vídeo en este último es casi garantía de acabar bien posicionado también en las búsquedas.
Cómo posicionar el vídeo
El vídeo es también muy importante dentro de la propia tienda online o página corporativa de la marca. Muchas empresas están empezando a incluir los vídeos que circulan por la red o los vídeos que ellos mismos producen con la descripción de producto. Lo hacen desde las grandes del comercio electrónico hasta las más pequeñas. Incluir además links a las reviews que han aparecido en internet ayuda también a crear ese clima de confianza en el producto y cada vez son más las compañías que lo están haciendo.
Los vídeos pueden funcionar desde como una herramienta para dar instrucciones sobre cómo usar un producto concreto hasta para que el consumidor pueda verlo mejor. Es lo que sucede, por ejemplo, en Asos. El gigante de la moda online incorpora fotos variadas de sus productos, que cubren todos los posibles ángulos, pero también sube un vídeo de breve duración en el que se puede ver a una modelo desfilando con la pieza de ropa en cuestión. Para el consumidor es una manera de saber cómo es realmente el producto, puesto que la ropa no es exactamente igual vista que puesta y en movimiento. El vídeo da confianza y ayuda a decidir en el proceso de compra.
