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El marketing de contenidos es una estrategia que se enfoca en la creación y distribución de contenido de valor, relevante y consistente, con el objetivo de atraer y retener clientes de una manera menos invasiva que la publicidad tradicional y efectiva para poder mantener un retorno de inversión constante en los negocios.
Aunque la definición es sencilla de entender, ponerla en práctica lleva tiempo y puede llegar a tener consecuencias catastróficas para algunas marcas. Ya no se trata de saber en dónde y cuándo comunicar, lo más importante ahora es el mensaje que se transmite.
Porque nadie es perfecto y cuando se trata de marketing digital aprendemos todos los días, les comparto algunos errores comunes que cometemos al momento de comunicar.
Hay quien piensa que entre más mensajes emita al día mayor será el índice de retención o impacto. La realidad es que un mensaje bien estructurado es más relevante que diez posteos poco planeados.
Es necesario conocer a nuestra audiencia, saber los horarios en los que se conectan, qué tipo de contenido les gusta más y trazar un plan que se adapte a esos gustos. Invierte más tiempo en aprender a usar herramientas que te permitan conocer esos datos, si no es posible entonces busca la ayuda de un experto en el tema.
Cada minuto en el mundo se transmiten más de 250 millones de contenidos en diferentes portales digitales, la pregunta es ¿Cuál es el objetivo?... Exacto! muy pocas marcas tienen bien claro a dónde quieren llegar con el marketing digital.
Antes de ponerte a publicar sólo porque puedes. Define objetivos que sean: Específicos, Medibles, Asignables, Realistas y en un Tiempo Determinado. Cuando los definas será mucho más fácil enfocar y producir mensajes.
Las marcas que apenas comienzan viven con el miedo de que su contenido no le vaya gustar a sus clientes y al primer comentario negativo deciden detener todo como si su negocio se estuviera cayendo.
No olvides que el que no arriesga, no gana. Los consumidores son cada día más exigentes y un mal posteo lo hacemos todos, la clave está en detectar esas fallas y hacer cambios al respecto pero jamás rendirse.
Si bien no todos los canales digitales son para todas las audiencias, es necesario tener más de una alternativa para los usuarios. Aunque sea la misma marca, hay distintos tipos de consumidores. Algunos son más visuales, a otros les gusta leer, unos tienen más tiempo que otros pero el objetivo es el mismo, quieren comprar tu producto.
Haz un análisis de edad, género e intereses de tus clientes y en base a eso elige las plataformas ideales para tu marca. Hay que tener un plan para cada una de ellas, no se vale emitir el mismo mensaje en todas, además de que es muy poco original el usuario lo nota y te lo va criticar.
Tu cliente ya sabe que eres el experto, conoce tu marca y tu producto, por eso decidió seguirte en Facebook, aunque eso no significa que le tengas que hablar de ti todo el tiempo.
En tu plan de contenidos incluye publicaciones que sean relevantes para el usuario en base a sus intereses, hobbies y estilo de vida aunque no tengan relación directa con tus productos. Ojo, no aplican los memes, chistes de mal gusto o temas del día que se alejen de tu objetivo.
Si para ti crear una publicación significa usar el mismo template y cambiarle el texto o la imagen estas en problemas.
Es necesario definir un estilo gráfico con variaciones y realizar publicaciones en diferentes formatos (video, gif, fotografía, blog, infografías, enlaces, transmisiones en vivo, etc.). El usuario va interactuar más y compartirá tu contenido porque le atribuye más valor.
Cuántas veces estás muy seguro de que tu contenido es bueno porque está bien pensado, con un diseño increíble, una redacción impecable y simplemente no tiene el impacto que pensabas.
No es que lo hiciste mal, simplemente te enfocas en publicarlo y ya. El alcance orgánico del contenido es cada día más escaso, si no tienes ayuda publicitaria debes buscar influenciadores que le den relevancia, pueden ser tus mismos clientes, solo hay que encontrar la manera de pedirles que contribuyan con tu marca.
Está comprobado que no es necesario tener promociones, descuentos y cupones todo el tiempo para conseguir ventas. No aburras a tus clientes, piensa siempre como usuario, el hecho de que vayan a tocar tu puerta todos los días a la misma hora no significa que siempre les vas a abrir o comprar.
Hay formas más sutiles de inducir la compra, la creatividad es clave para vender sin vender. Crea contenidos emocionales, divertidos, interesantes, que conecten con tu audiencia; de esta manera conseguirás que se vuelvan compradores constantes.
