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Diversas causas pueden provocar este escaso tráfico, pero hay una que destaca ampliamente sobre todas las demás: la escasez de visitas a nuestra tienda online.
Para poner remedio a esta incómoda situación hay una solución fiable y efectiva: posicionar en los primeros puestos de los resultados de búsqueda de Google. Para conseguirlo existen dos estrategias de marketing diferenciadas: el SEO (Search Engine Optimization) y el SEM (Search Engine Marketing). En esta entrada te daré algunas pautas para que puedas elegir la estrategia que mejor se adapte a las necesidades de tu negocio online.
En primer lugar, explicaremos de forma breve qué son y en qué consisten exactamente el SEO y el SEM.
Las siglas «SEO» derivan del inglés «Search Engine Optimization», que en español quiere decir, literalmente, optimización en los motores de búsqueda. En pocas palabras, el SEO es un conjunto de técnicas dirigidas al posicionamiento en buscadores, es decir, a mejorar la visibilidad de una web en los resultados orgánicos de los distintos buscadores (especialmente el más utilizado, Google).
Los dos factores principales en que se basa el SEO para mejorar la visibilidad de un sitio web son la autoridad (popularidad de la web) y la relevancia (relación de la web para con la búsqueda realizada).
Para conseguir optimizar la autoridad y la relevancia de un sitio web, el SEO se divide en dos bloques de técnicas o parámetros de actuación: SEO On-Page y SEO Off-Page.
El SEO On-Page se encarga de las optimizaciones dentro de la propia página web (keywords, URLs, tiempo de carga, etc.), mientras que el SEO Off-Page está centrado en los elementos externos que influyen en el posicionamiento de la web (enlaces, CTR, presencia en redes sociales, etc.).
Las siglas «SEM», por su parte, derivan del inglés «Search Engine Marketing», que vendrían a significar en castellano, de forma literal, mercadotecnia (marketing) en motores de búsqueda. Si bien cuando nos referimos al SEM hablamos de las técnicas de marketing online de pago para el posicionamiento en buscadores, lo cierto es que el SEM engloba todas las técnicas y estrategias de marketing online en los motores de búsqueda, de pago o no.
Si entendemos por SEM su primera acepción, es decir, las campañas mediante anuncios de pago en los buscadores, existen dos tipos principales de estos anuncios en Google: Google AdWords y Google Shopping.
Google AdWords es la estrategia publicitaria más popular y utilizada en el buscador estadounidense, y sus anuncios aparecen por lo general encima de los primeros resultados orgánicos.
Por otro lado, Google Shopping se enfoca más a las tiendas online, pues muestra anuncios gráficos con una imagen del producto y su precio. Estos anuncios suelen aparecer a la derecha de los resultados orgánicos, aunque también pueden aparecer encima.
Ahora que tenemos algo más claro qué son el SEO y el SEM, destacaremos sus principales diferencias, nosotros como agencia de marketing online SEOClic te ayudamos a entender las diferencias entre SEO y SEM.
Tiempo necesario para posicionar
En primer lugar, una disparidad muy a tener en cuenta entre SEO y SEM es el tiempo que necesitaremos invertir para que nuestro negocio online alcance un posicionamiento óptimo en Google. Con SEM, ya sea mediante AdWords o Google Shopping, nuestro negocio aparecerá en la primera página del buscador en un corto espacio de tiempo (según el precio pagado por el anuncio), por lo que obtendremos visitas de manera rápida y efectiva.
Si utilizamos SEO, el tiempo necesario para que esto ocurra dependerá principalmente del trabajo que hayamos realizado sobre nuestro sitio web, así como del nivel medio de la competencia (keyword a posicionar). Con un buen trabajo SEO y una competencia no muy potente, nuestra tienda podría aparecer en la primera página de Google en unos meses, o quizá antes si la keyword optimizada es poco común.
Podría parecer que el SEM es mejor opción a priori que el SEO, pero a continuación os mostraré otros factores a tener en cuenta que podrían decantar la balanza hacia uno u otro lado.
Coste y visibilidad a largo plazo
Otra diferencia importante entre una campaña SEM y una SEO es el coste de la misma. Si optamos por los anuncios de AdWords, por ejemplo, el precio a pagar vendrá determinado por el número de clics en nuestra web. Este precio varía según el sector de nuestro negocio: si se trata de un sector con mucha y muy potente competencia (como el de los seguros) el coste de cada clic aumentará de manera exponencial, por lo que una campaña SEM sólo será viable si tenemos un gran volumen de ventas.
El SEO no es gratuito, pues requiere mucho trabajo y dedicación, pero su coste es sensiblemente inferior al del SEM, pues no se paga por cada clic conseguido.
Además, hay que tener en cuenta que una vez que dejemos de financiar los anuncios de nuestra campaña SEM, nuestra web dejará de ser visible instantáneamente. Cuando dejamos de trabajar el SEO de un sitio web éste también tiende a perder posiciones, pero lo hace de forma progresiva.
Ya no parece tan claro que el SEM sea la mejor opción, ¿verdad? Sin embargo, la decisión de optar por una opción u otra dependerá de las necesidades específicas de nuestro negocio online.
He aquí la gran pregunta. Bien, si queremos invertir al máximo para que nuestro negocio online posicione de forma rápida, sólida y duradera, te diría que la mejor opción es una estrategia conjunta: SEO y SEM.
Sin ningún tipo de dudas, una campaña de marketing online con SEO y SEM al unísono será muy, muy fuerte, y nuestro negocio posicionará de forma excelente. El único punto negativo de esta opción es que sus costes pueden ser demasiado elevados.
Si optamos por escoger únicamente entre SEO y SEM, debemos tener en cuenta si nuestro proyecto es a corto, medio o largo plazo. Si nuestro proyecto es a medio o largo plazo, la inversión en SEO es fundamental. Utilizo el adjetivo «fundamental» porque el SEO en este caso es realmente indispensable si queremos que nuestro negocio online sea rentable de forma duradera y no sólo flor de un día.
El posicionamiento orgánico acabará por marcar la diferencia en este sentido, si bien en los primeros compases de la campaña es recomendable contar con una fuente de ingresos independiente de la tienda online para financiarla, pues los resultados no son inmediatos, como antes he comentado.
No obstante, esto no quiere decir que invertir en una campaña SEM no sea una buena opción. Invertir en SEM es básico e imprescindible para proyectos de corto recorrido, como pueden ser campañas anuales específicas como las rebajas de enero y julio o la Navidad. También es muy recomendable para productos de edición limitada, que van a permanecer en stock durante un espacio de tiempo reducido.
El SEM también es una magnífica opción si queremos tantear el mercado. Con una campaña de anuncios de AdWords o de Google Shopping de tiempo limitado podremos comprobar si nuestro producto tiene buenas perspectivas de venta.
Espero haberte ayudado a decidir en qué estrategia de marketing online invertir para tu negocio. Por mi parte, recomendación es clara: si contamos con los medios necesarios para financiar una campaña conjunta de SEO y SEM, no existe opción mejor.
