
Por Redacción - 2 Abril 2018
Los gifs tuvieron su momento de ser los reyes de la red, pero igual que tuvieron su momento lo acabaron perdiendo. Los gifs eran la quinta esencia del internet de los años 90, esos primeros intentos con un tonillo absolutamente hortera. Cuando internet se fue profesionalizando y se fue afinando su estilo y el modo en el que se presentaban las cosas, los gifs fueron de las primeras víctimas en caer.
Y parecía que habían desaparecido para siempre hasta que los cambios en los gustos y en los intereses de los consumidores también llegaron aquí. Los millennials descubrieron los gifs y su potencial como elemento de comunicación y lo acabaron recuperando. Los gifs pasaron a ser los nuevos elementos cool de la red.
Por supuesto, cuando el interés se recupera en un elemento y cuando las cosas vuelven a llamar la atención de los consumidores, las marcas y las empresas también se vuelven a mostrar interesadas en ellas. Los gifs han empezado a convertirse en el elemento de moda también para ellas, que no solo lanzan sus propios gifs y se comunican empleándolos sino que además han comenzado a meter dinero en ellos. El último movimiento lo protagoniza Google, que acaba de hacer una compra en el mundo de los gifs.
Google compra Tenor
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