Ríos de tinta se han escrito antes de la entrada en vigor del GDPR y quizá no tantos, o muy pocos, sobre las grandes consecuencias favorables que ha tenido la normativa europea para el resto del mundo. Como es conocido, el Reglamento europeo entró en vigor el pasado 25 de mayo. Entre los muchos efectos positivos, se encuentra que ha elevado la importancia de la protección de datos a nivel mundial. Al mismo tiempo, ha forzado a la realización de nuevos esfuerzos, tanto públicos como privados, para afrontar el desafío que se plantea.
En el caso de MediaMath hemos trabajo duro para cumplir con la normativa. Para ello, hemos consultado, entre otros, a abogados, partners y proveedores, para así garantizar que nuestros productos y servicios cumplen con el Reglamento. Además, hemos propiciado debates y grupos de trabajo con consumidores, reguladores, expertos de márketing, agencias, anunciantes y empresas tecnológicas. Todas las compañías del sector que interactúan online con los usuarios europeos, desde las grandes como IBM hasta las de pequeño o mediano tamaño, así como start ups, destinan miles de millones a sus acciones de márketing digital. Por el momento, los marketeros tienen previsto continuar con las campañas que fueran diseñadas antes del GDPR. Y aunque hubo una caída inicial con el GDPR, ahora están comenzando a situarse en los niveles en los que se encontraban antes de la entrada en vigor de la normativa europea.
La industria ha escuchado el mensaje de los europeos y sus legisladores de que debemos centrarnos en la protección de los consumidores en la era digital, y hacerlos responsables de sus experiencias en Internet así como de su identidad digital. Es pronto todavía y el trabajo no está terminado, pero hay motivos de celebración para alegrarse del trabajo que se ha realizado, y la cooperación que está teniendo lugar dentro y fuera del sector entre la industria, la sociedad y los gobiernos para afrontar el gran reto del GDPR entre todos los actores implicados.
Lo que estamos presenciando en Europa es un modelo que pretende conseguir fines de interés público que combinan el trabajo de la autorregulación, como la construcción del Marco de Transparencia y Consentimiento de IAB Europe, con la cooperación público-privada y las conversaciones entre las diferentes partes implicadas. Los principales actores de la industria se han reunido en foros internacionales como The German Marshall Fund (GMF) o el Foro Económico Mundial, para establecer un compromiso por parte de los legisladores de interpretar e implementar el GDPR. Estos son avances positivos. Al mismo tiempo, es importante que los proveedores del sector, en general, y Google en particular, integren el Marco de Transparencia y Consentimiento de IAB Europe para así poder dar al mercado una mayor certeza y conciencia y resolver así conjuntamente este reto.
A su vez, y dentro de estos avances, pensamos que la importancia del Marco de Transparencia y Consentimiento de IAB Europe no se puede exagerar. Es cierto que refleja el esfuerzo de buena parte de la industria por respetar el GDPR y facilitar el crecimiento continuado del sector digital. Puesto que al crear un mecanismo en el que los editores de sites deben advertir a los consumidores de que hay otros actores del sector implicados en el procesamiento de sus datos, y cuáles son sus fines, estamos haciendo que la cadena digital sea visible y los consumidores puedan decidir. Confiamos en que los legisladores y los líderes del sector reconozcan el esfuerzo que se está haciendo y que quieran trabajar con nosotros, al mismo tiempo que seguimos insistiendo en la importancia del Marco de Transparencia y Consentimiento de IAB Europe, y en que todos los actores de la economía digital lo sigan y apoyen, así como que nosotros nos esforcemos por cumplir con el GDPR y en mantener debates globales sobre la privacidad en la era digital.