Por Redacción - 6 Febrero 2019
Los vídeos online son una de las armas más apreciadas por las compañías en su estrategia de marketing en los últimos tiempos. Las empresas están invirtiendo en vídeos y están posicionándolos de forma destacada, posiblemente porque en los últimos tiempos los diferentes estudios han ido señalando que los consumidores quieren ver más vídeos online y que les están dedicando cada vez más tiempo y más atención.
A eso se suma que en los últimos tiempos han empezado a apostar por nuevos formatos publicitarios en vídeo más breves (como es el caso de los anuncios de 6 segundos que aparecen antes de los contenidos audiovisuales), creando un nuevo mercado y un nuevo abanico de oportunidades.
Pero ¿qué es lo que hace que la estrategia en vídeo funcione? ¿Está la clave en el contenido, en la extensión o en escoger bien a quien recibe los contenidos? ¿O hay en realidad que hilar mucho más fino y posicionarse echando mano de elementos mucho menos tangibles y mucho más vinculados a la psicología de los consumidores?
Eso es lo que un estudio acaba de analizar y sus conclusiones apuntan más bien hacia la última idea. Si los responsables de estrategia de las compañías quieren que sus contenidos en vídeo triunfen, más que obsesionarse con los elementos más tangibles, como la segmentación, tendrán que empezar a trabajar en lo más subjetivo, como el sentimiento.
El estudio, elaborado por Magna, IPG Media Lab y ViralGains, apunta que lo más importante es el sentimiento vinculado al vídeo. Es decir, no hay que pensar en que ese vídeo lo querrán ver consumidores de tantos o cuantos años sino más bien consumidores que empatizarán con el contenido.
"Los marketeros saben que una gran historia es una historia relevante y los mejores responsables de marketing comprenden que tienen que usar los sentimientos del consumidores para crear viajes de consumidor customizados y relevantes", explica uno de los responsables del estudio. Recomienda, de hecho, que se escuche a los consumidores y que se analice lo que les interesa para crear una respuesta ajustada a sus preferencias. Es la clave para conectar con ellos, de hecho, no solo con los contenidos en vídeo, sino también en las diferentes fases del proceso de consumo.
Los datos del estudio apuntan que aquellos vídeos que fueron targeteados usando el sentimiento muestran un 85% más de interés entre los consumidores por el contenido. El 76% de los consumidores que los vieron asegura que esos vídeos les resultaron relevantes y un 66% que esos anuncios eran informativos. El contenido les interesó y les pareció destacado.
Esto son buenas noticias para los responsables de marketing, porque les da una clave para comprender qué tienen que hacer para llegar a los consumidores, pero también son malas, porque les dejan claro que lo que han estado haciendo no ha sido la mejor idea. Según las estimaciones del estudio, el 59% del gasto que se realiza en publicidad en vídeo sería simplemente un despilfarro porque emplea sistemas de segmentación estándar. Estarían, posiblemente, ofreciendo los anuncios equivocados a un público que no es el adecuado.