Por Redacción - 1 Julio 2019
Si se le pregunta a un consumidor por su relación con la operadora de telecomunicaciones que le da su servicio, lo más probable es que tenga claras unas cuantas cosas. Posiblemente hable de que los precios son muy elevados y también de cómo le gustaría tener tal o cual servicio en vez de los que tiene. Al mismo tiempo, es bastante probable que acabe hablando de la mala reputación de las telecos y de lo mal que lo trató alguna de ellas en algún momento complicado. Son casi como verdades universales que todo el mundo parece saber sobre el servicio que ofrecen las operadoras de telecomunicaciones.
Lo que no suelen mencionar los consumidores sobre su operadora es algo referente a la información, a los datos personales que las compañías poseen sobre ellos.
Y son, en realidad, muchos. En teoría todos lo sabemos, porque todos hemos visto alguna serie de policías en la que el caso se resuelve gracias a los datos que los investigadores han conseguido que una operadora de telecomunicaciones les diese. Sabemos por tanto la importancia de la lista de llamadas o hasta lo valioso que resulta que triangulen las señales que reciben para encontrar la ubicación de un móvil y así de un desaparecido.
Pero la información que las operadoras de telecomunicaciones tienen, va mucho más allá y puede ayudar a comprender muy bien cómo son sus usuarias, más allá del golpe de efecto de la serie de policías. De hecho, las operadoras teleco empiezan a ser muy conscientes de ello y de cómo pueden convertir todos esos datos en dinero.
En los avisos que lanza Chrome cuando se activa el modo incógnito, hay tres excepciones que deja claras. "Es posible que tu actividad todavía sea visible para los sitios web que visites, tu empresa o centro educativo y tu proveedor de servicios de Internet", indican. La compañía que da el servicio puede saber, por tanto, que estás navegando.
Los proveedores de internet tienen muchos, muchos datos sobre qué hacen sus consumidores en la red. Saben, como apuntan en The Wall Street Journal, los sites de noticias que leen, los problemas de salud que buscan online, los servicios de entretenimiento que emplean (¿eres de HBO o de Netflix?, el tráfico ya se lo ha dicho a tu proveedor de internet) o hasta con qué frecuencia entras en tu cuenta de banca electrónica. Solo hay que hacer una simple búsqueda en Google para encontrarse con tutoriales sobre cómo lograr que tu proveedor no sepa a dónde navegas.
La cuestión está en lo que las operadoras de telecomunicaciones hacen con esa información. Dado que la ley de protección de datos europea es muy rígida, es bastante probable que las operadoras puedan hacer más bien poco con esos datos. Las cosas, sin embargo, son diferentes en Estados Unidos y lo que allí ocurre podría marcar la senda hacia la que la industria de la publicidad online podría querer dirigirse.
Hace unos años, el Congreso estadounidense derogó las leyes que la administración Obama había implantado para proteger la privacidad de los datos que recogían las proveedoras de internet. "Tu ISP puede vender tu tráfico sin pedirte permiso, y no está claro siquiera si hará falta que te informen", explicaba entonces un experto de la Electronic Frontier Foundation (EFF) a Gizmodo.
La información se convertía así en un activo valioso, uno además en el que las operadoras de telecomunicaciones tenían una posición muy destacada. Ocultarle algo, teniendo en cuenta que siempre necesitas sus servicios para pasar por la red, resultaba imposible.
Y, ahora, las operadoras de telecomunicaciones están planteándose si deberían usar esa información para convertirse en los nuevos titanes de la publicidad online, como señalan en el Journal. Las operadoras ya están haciendo cosas. AT&T sigue los hábitos de navegación y datos de localización en el marco de su trabajo en publicidad y Google Fiber también recoge datos de uso de banda ancha de sus consumidores. AT&T está todavía en las primeras fases de su trabajo publicitario, pero ya usa información muy variada para hacer una segmentación (anónima) de los consumidores muy sofisticada. Así, por ejemplo, obtiene datos de dispositivos y localización, de páginas visitadas, de términos de búsqueda o de tiempo de uso de cada app.
Comcast, la otra gigantesca operadora, reconoce que se han mantenido lejos de esas prácticas porque temen la respuesta de los consumidores. Y otras operadoras, como Verizon, simplemente dicen que los datos que tienen no lo usan para segmentar publicidad.
Otra operadora asegura que ha dejado de hacerlo, pero que se guarda el poder hacerlo en el futuro. Esta última compañía, Altice, reconocía que usar la información de navegación de los consumidores implicaba ser muy intrusivo y "no ayuda". Aun así, sí hace mapeo de dispositivos y cruza esos datos con datos externos.
Sea como sea, y aunque las operadoras teleco han sido más lentas a la hora de ver ese potencial en datos, la Federal Trade Commission (FTC) tiene una investigación en marcha sobre cómo recopilan datos y cómo los usan.
Para los consumidores, que las operadoras de telecomunicaciones se posicionen como nuevo gigante a la hora de vender datos para hacer publicidad segmentada resultaría peligroso en términos de privacidad. "Puedes escaparte de Facebook si realmente te esfuerzas en ello. No puedes escaparte de tu operadora", señalaba al Journal Ernesto Falcon, uno de los abogados de la Electronic Frontier Foundation. "De un modo real, concreto, es más poderoso de lo que Google o Facebook pueden hacer", añadía.