Recursividad, información obtenida en lo que tarda un clic, relacionamiento dentro del mundo digital, entre otras expresiones, son las que definen la personalidad y el modus operandi de aquellos individuos denominados Millennials, los cuales tienen un puesto dentro del prisma generacional que oscila entre los años ochenta hasta finales de los noventa.
Son oriundos del universo digital, con la capacidad de asimilar todo lo concerniente a lo tecnológico con una singular habilidad, haciéndolos eficientes en su accionar dentro de los espacios laborales y sociales. Asimismo, son aquella porción de individuos que cada vez está representando una mayor capacidad de compra en cualquier mercado a nivel global, y son parte de la fuerza laboral que tiene un mayor aporte positivo a los índices organizacionales. Por estos motivos, entre otros, es que las empresas deben saber cómo conectar sus marcas con esta generación.
Para estos individuos, la transparencia, confianza, coherencia, entre otros, son valores que muchas veces superan el precio y la calidad que lleva detrás cada marca. Además, dicha generación cada vez exige una mayor adaptación, innovación y creatividad tecnológica en los productos. Adaptarse, en este mundo tan volátil y, de ardua competencia de mercados, supone que las empresas sean conscientes de los cambios que suceden por fuera de sus paredes organizacionales y siempre estén a la vanguardia de cómo ir tejiendo el hilo de los avances tecnológicos. Entre esta tecnología, los Millennials buscan que todo producto que compren contribuya eficazmente en su vida de forma práctica y simple; muchas veces menos, es más.
Más allá de aquella absorción tecnológica y creativa, el compromiso con la protección del medio ambiente y las contribuciones sociales también, en muchas ocasiones, representan una parte relevante en su motivación de compra. Consideran que deben contribuir de cierta forma para hacer de este, un mundo más limpio con salud social, y que mejor forma de hacerlo si en lo que se les ofrece pueden hallar una forma de ayudar, con ideales altruistas que también compartan los proveedores de productos.
La publicidad común no siempre arroja los resultados esperados, si la misma es dirigida hacia este target generacional. Las empresas deben diversificar su estrategia en la promoción de las marcas, más aún al saber que los Millennials nacieron en un espacio digital donde las redes sociales componen el mayor porcentaje en sus actividades de ocio o labores diarias. De esta forma, se transita en un mundo donde la seducción de estos consumidores se basa en transacciones digitales, donde se puedan promover conversaciones de las marcas, y ver embajadores exhibiéndolas de forma creativa.
De igual forma, la opción de obtener información, e incluso, de generar la acción de compra con solo un clic es algo muy valorado dentro de esta esfera generacional. En esta era, los computadores ya no componen la mayor parte en la rutina diaria de las personas jóvenes. En cambio, los celulares pueden llegar a cumplir con características que en épocas pasadas únicamente los computadores podían tener. Es por esto que, las empresas y su promoción de marcas deben valerse de cualquier interfaz en los celulares que pueda ser amigable para aquellos consumidores que deambulan en este universo tecnológico. Con esta táctica, la exposición de marcas va a darse de una forma efectiva, debido al peso de transacciones digitales en un mundo con audiencia tecnológica masiva.
El entendimiento de este mercado objetivo moderno siempre debe ir acompañado de constantes acciones que busquen indagar su comportamiento psicológico y rasgos psicográficos. Con una mayor comprensión de su estilo de vida, lo cambiante del mismo, interés y aficiones, las empresas pueden generar una división más eficaz de su mercado objetivo y atacarlo de forma constante. El desarrollo continuo de encuestas o espacios donde se puedan generar retroalimentaciones de las marcas es algo relevante que puede llegar a detonar cambios o mejoras necesarias en los productos y lo que cada marca pretenda emanar. La acción de entender a plenitud cualquier mercado objetivo es una acción que debe nutrirse constantemente, y más aún si aquel mercado es el compuesto por jóvenes digitales que buscan innovación, practicidad y simplicidad en su estilo de vida, y así relacionarse eficazmente con lo demás en este mundo.