Antes del Covid 19 la transformación digital era tan solo una opción para las marcas. Efectivamente, los consumidores estaban cambiando sus hábitos de compra poco a poco dirigiéndose a plataformas numéricas, pero todavía las empresas seguían prosperando sin visibilidad en la web.
No obstante, el Coronavirus llegó y las empresas que no habían comenzado un proceso de transformación digital se enfrentaron a dificultades importantes. Por supuesto, en la llegada de "la cuarentena", se impidió que los consumidores fueran al punto de venta y que los empleados se trasladen a su lugar de trabajo, generando una interrupción de la actividad tradicional.
Por consiguiente, estas empresas atrasadas (digitalmente hablando), empezaron con su transición digital precipitadamente para sobrevivir. Por lo tanto, el Coronavirus aceleró considerablemente el proceso de transición digital de las marcas. Ahora se trata de digitalizarse o desaparecer.
Los impactos del Coronavirus en la transformación digital de las empresas
Antes del Coronavirus, tener empleados trabajando desde casa era una utopía. La mayoría de las empresas no estaban completamente convencidos de este modo de colaborar, temiendo que se perdiera el control y bajará la productividad. Por lo tanto, las empresas que adoptaban el trabajo desde casa de manera masiva antes de la pandemia eran mínimas.
Sin embargo ya existían ya algunas excepciones exitosas; empresas grandes e innovadoras que no tienen oficinas y en las que se trabajan cientos de empleados. Por ejemplo, trabajar totalmente de forma remota, es el reto que hicieron InVision con sus 700 empleados, así como Zapier con sus 200 empleados repartidos por todo el mundo.
Obviamente, estas son empresas digitales, que no venden productos sino servicios numéricos, y claro está que este modo de trabajo no se podría aplicar masivamente para todos los tipos de negocios, pero si para la mayoría. No obstante, esto demuestra que no tener oficinas y trabajar totalmente de forma remota es posible y puede funcionar eficientemente.
De hecho, algunos estudios ya han comprobado los beneficios del trabajo desde casa y destruido los prejuicios en cuanto a esta forma de trabajar antes de la llegada del coronavirus.
Dicho esto, un estudio estadounidense de Airtasker hecho en 2019, nos enseña algunas estadísticas que nos pueden llevar a reconsiderar el trabajo de forma remota.
Entre estas cifras, podemos destacar las siguientes:
Trabajo en oficina |
Trabajo en Casa |
|
Promedio de tiempo total de pausa por día |
22min |
18min |
Promedio de tiempo improductivo total por día |
27min |
37min |
Promedio de tiempo total hablando de temas no relacionados con el trabajo con sus colegas por dia |
29 min |
66 min |
Promedio de días trabajando por mes |
21.9 días |
21.5 días |
* Cifras procedentes del estudio de Airtasker de 2019 basado en 1004 entrevistas de empleados cuyos 505 trabajan de forma remota.
Estas cifras nos demuestran que tanto el trabajo desde casa como el trabajo en oficina tiene sus puntos fuertes y débiles en cuanto a productividad. En los dos casos, los empleados se pueden distraer por razones distintas y no se define de manera evidente que forma de trabajar es la más productiva.
En definitiva, los dos tienen pros y contras, por lo tanto no hay realmente una mejor manera de trabajar cuando se trata de un "trabajo de oficina". Sin embargo, el trabajo desde casa aún necesita mejorar su manera de trabajar, como por ejemplo saber adoptar herramientas digitales y cambiar su organización de trabajo.
Estos cambios toman tiempo y los prejuicios acerca del trabajo desde casa aun siguen convenciendo a las empresas a seguir trabajando tradicionalmente desde sus oficinas. Pero ahora que no es posible por culpa del Coronavirus, los negocios se ven obligados cambiar y adoptar el teletrabajo.
De hecho, la pandemia dio a conocer el teletrabajo a muchas empresas que no lo hubiera implementado jamás sin estas condiciones especiales. Por supuesto, durante esta cuarentena, muchas marcas se están dando cuenta que el trabajo desde casa les resulta conveniente y seguirán trabajando de esta manera aún después de la pandemia.
Dentro de un esquema más social, muchos sabemos que la mayoría de los eventos (o todos) se cancelaron o se pospusieron. Sin embargo otros más audaces, decidieron mantenerse transformándose en eventos virtuales.
La Fashion Week de Shanghai que tuvo lugar del 24 al 30 de marzo fue unos de estos eventos que se transformaron en eventos virtuales para cumplir con las reglas de la cuarentena. Las organizadores decidieron no cancelar este evento importante para la industria de la moda, sino mantenerlo a puerta cerrada y difundirlo en la plataforma de ecommerce Tmall pertenecientes à Alibaba, el competidor chino de Amazon.
Asimismo, durante el desfile de moda, los espectadores tenían la posibilidad de comprar las prendas de ropas en línea: es el concepto "see now buy now" traducido "ve ahora compra ahora" en español.
El evento virtual fue exitoso logrando 11 millones de visitas durante toda la semana y generando 2.82 millones de dólares.
Con el Coronavirus, se desarrolló una forma de nuevos eventos: los eventos virtuales que tienen lugar en los videojuegos.
De hecho, lo que se puede considerar como el evento de videojuegos más grande hoy en día tuvo lugar durante la cuarentena, en el juego Fortnite. En efecto, el 23 de abril, más de 12 millones de jugadores del juego Fortnite Battle Royale dejaron sus armas para mirar el concierto virtual de Travis Scott. Con 4 difusiones repartidas en tres días, fueron en totalidad 27.7 millones de jugadores únicos que asistieron a la demostración virtual.
Los eventos virtuales en los videojuegos ya se habían desarrollado estos últimos años, pero la cuarentena incremento por mucho su tendencia.
En definitiva, los eventos virtuales se desarrollaron mucho durante esta cuarentena. En efecto, aún las citas, las reuniones y las conferencias se virtualizaron: la telemedicina, las clases en línea, los webinars, los live Streaming en las redes sociales, etc. El Coronavirus creó nuevos hábitos, que ciertamente, seguirán desarrollándose después de la crisis.
Antes del Covid ya se sabía que el comercio electrónico tenía muchas ventajas tanto para las marcas como para sus clientes. Sin embargo, ahora no se trata solamente de "aprovechar" sus beneficios, ahora realmente necesitamos crear un branding digital.
De hecho, el Coronavirus lo demostró: las marcas que no tienen un sitio de comercio electrónico son los grandes perdedores de esta crisis. Dicho esto, uno de estos perdedores es el gigante de moda a bajo precio, Primark. Efectivamente, como Primark no tenía ecommerce, sus ventas pasaron de 650 millones de libras esterlinas por mes a cero.
Primark no quería pasar al ecommerce por qué según sus dirigentes, el comercio electrónico no tenía sentido para su marca, dado que vendiendo productos muy baratos, la transformación digital no era lo bastante importante para justificar los gastos de logística.
No obstante, el Coronavirus demostró la importancia de tener un modelo de ventas omnicanal. Primark no diversificó sus canales de venta, no se digitalizó y por esto enfrenta a dificultades actualmente.
El Coronavirus aceleró la transformación digital de los negocios. En efecto, las empresas tienen que adaptarse a las restricciones causadas por el confinamiento y digitalizar su modelo de trabajo, sus ventas, así como todas sus actividades. Antes la digitalización era una opción; hoy en día, es una cuestión de supervivencia para las empresas. Se trata de adaptarse o morir.
Por esto, durante esta la crisis sanitaria, se disparó el teletrabajo, el ecommerce, así como los eventos virtuales de todo tipo: conciertos virtuales, citas en videollamada, clases, conferencias en línea y aún más. Para las empresas que ya estaban lo suficientemente digitalizadas, el Coronavirus fue una oportunidad de probar una nueva manera de trabajar y de hacer negocio diferentemente.
En definitiva, el Covid estableció nuevos hábitos de trabajo, de ventas, de comunicación empresarial y democratizó el uso de las nuevas tecnologías en las empresas. Asimismo, la crisis cambió los hábitos de los consumidores que se acostumbraron también a usar aún más lo digital. La era Post-Covid no será como antes, sino mucho más digitalizada. Personas seguirán trabajando desde casa, las ventas en línea serán más importantes y los eventos virtuales serán más comunes.