Por Redacción - 3 Agosto 2021
La ley europea de protección de datos, la RGPD, conocida en general por sus siglas en inglés, la GDPR, se convirtió hace unos años en una especie de pesadilla potencial para las marcas.
En el momento en el que entró en vigor, las bandejas de entradas de correo electrónico de los consumidores se llenaron de mensajes pidiendo confirmación para seguir recibiendo campañas de email marketing o explicando cambios y ajustes. Todas las compañías querían cumplir de forma escrupulosa con la norma, que endurecía la normativa sobre lo que se podía hacer y lo que no con los datos. También marcaba unas multas potenciales muy elevadas, que es lo que suele hacer que las empresas entren en una fase de terror potencial.
La normativa se convirtió así en material para todos los análisis y para todas las recomendaciones corporativas, así como en elemento recurrente en la lista de cosas que los responsables de marketing y los de TI debían tener muy en cuenta. Todo el mundo temía al impacto de una multa.
Aun así, con el paso del tiempo, la sensación entre las empresas era la de que las multas no estaban llegando como se temía tanto que fuese a ocurrir. La norma era dura, pero los reguladores de mercado europeos no la estaban aplicando con tanto celo (o eso se podían pensar). La primera gran multa fue a British Airways, antes del Brexit, 204 millones de euros por no proteger los datos de sus consumidores frente a los hackers.
A pesar de ello, ha seguido existiendo un cierto desconocimiento y uno de que tampoco es para tanto. Un porcentaje interesante de las pymes, por ejemplo, cree que los datos que maneja están al margen de la ley y la mayoría de las webs sigue sin cumplir con protección de datos.
Pero ahora podría estar cambiando el ciclo y podrían estar empezando a llegar las grandes multas: Amazon acaba de recibir una. La multa a Amazon se ha sabido porque la compañía ha tenido que remitir al regulador de mercados estadounidense un aviso señalando esta situación en su última presentación financiera, como publica Reuters.
Amazon ha sido multado por la Comisión Nacional para la Protección de Datos de Luxemburgo con 746 millones de euros. La decisión fue tomada a mediados de julio, aunque no ha transcendido hasta ahora. Amazon va a apelar la multa, porque cree que no tiene base legal.
¿Por qué ha multado Luxemburgo a Amazon? En la información que ha remitido a mercados, Amazon es parco en el contexto de la multa. Señala que el organismo asegura que "el procesado de datos personales de Amazon no está de acuerdo con la regulación de protección de datos general de la Unión Europea".
Según especifica The Wall Street Journal, la decisión estaría conectar a una falta en protección de datos vinculada a la publicidad que ofrece Amazon. "La decisión relativa a cómo mostramos publicidad relevante a los consumidores se basa en una interpretación subjetiva y no probada de la ley de privacidad europea", asegura la compañía al diario económico, "y la multa propuesta es completamente desproporcionada incluso con esa interpretación".
El organismo luxemburgués es el que ha gestionado el proceso porque ahí está la sede de Amazon, pero según explican en el Journal la multa sería una cuestión transfronteriza.
Sea como sea, la multa es la más elevada que se ha impuesto hasta el momento partiendo de la ley de protección de datos europea.