Con el boom de la creación de empresas emergentes o las conocidas startups, los especialistas en el área de Marketing debieron pensar rápidamente cómo escalar un producto y, a la vez, retener a esos usuarios o clientes que llegaban a esa empresa.
El Marketing hacía que llegaran, pero una disciplina o un conjunto de procedimientos o prácticas hacía que se quedaran y volvieran cada vez. Se trataba del Growth Hacking, que, si bien inicialmente era visto como “la magia” detrás de hacer crecer empresas, ahora ya son varias las personas que han documentado y preparan profesionales especializados en el arte de crecer empresas.
El Growth Hacking es un término que creó Sean Ellis en conjunto con Morgan Brown, y desarrolló en su libro en el 2010 conocido como "Hacking Growth". En dicho libro se sientan las bases para conocer cómo convertirse en un profesional de esa área, qué conocimientos debes tener y cuán importante son las métricas. Pero también, la creatividad, el trabajo en equipo y la transdisciplinariedad hacen que esa sea la fórmula del éxito.
El Growth Hacking tiene una regla clave y es que opera cuando ya una startup se encuentra en una etapa conocida como Product-Market- Fit o la etapa donde se ha creado un negocio, un producto o un servicio que, realmente, las personas aman.
Así en 2010, Ellis lo daba a conocer en su blog “Encuentra un Growth Hacker para tu Startup” y es por ello que “después de la adecuación del producto al mercado y un proceso de conversión eficiente, el siguiente paso crítico es encontrar formas escalables, repetibles y sostenibles de hacer crecer el negocio. Si no puedes hacer esto, nada más importa realmente. Entonces, en lugar de contratar a un vicepresidente de marketing con todos los requisitos previos mencionados anteriormente, recomiendo contratar o nombrar a un hacker de crecimiento”.
Los “hackers de crecimiento” han sido los responsables o fueron, en parte, los responsables de estrategias de crecimiento exponencial en empresas como DropBox, Airbnb, Facebook, Uber, entre otros.
Sin embargo, cada vez más se ha pasado de Growth Hacking a Growth Marketing que ambos tienen la función de hacer crecer empresas, y a optimizar de esta forma el funnel de conversión y crear estrategias a corto y largo plazo que sean sostenibles para la empresa.
Para cada área o cada métrica del funnel dada por las conocidas Métricas Pirata “AAARRR” por sus siglas en inglés (Awareness, Acquisition, Activation, Revenue, Retention y Referral), se podrán realizar un conjunto de diversas técnicas o estrategias que van desde la experimentación e iteración constante hasta el email marketing, por ejemplo.
Recientemente, otro de los grandes profesionales de esta área, Andrew Chen, realizó el libro The Cold Start Problem en el que cuenta de una manera muy didáctica todos los procesos necesarios vinculados al Growth, pero sin dudas, su análisis sobre los llamados efectos de red, es lo que ha dado el sello distintivo de cuán necesario son para crecer un producto.
Para conocer más sobre estas áreas, el propio Sean Ellis ha creado la academia GrowthHackers, así como también pueden escuchar el audiolibro Growth 101 donde Casey Winters, quien fue líder del equipo de growth en Pinterest conversa sobre cómo hacer crecer un negocio.
De forma general, el Growth Hacking si bien comenzó siendo la tendencia, cada vez más, el Growth Marketing, es la forma que engloba todas las técnicas y procedimientos referentes al crecimiento de una empresa. Es, por tanto, un debate no cerrado, pero sí una materia que cada vez más necesita de un estudio profundo del conocimiento sobre esa área en aras de consolidarla como una disciplina académica y práctica que ya cuenta con estudios de caso, metodologías y estructuras y, además, de la cohesión transdisciplinar en áreas como contenido, analítica y programación.