Uno de los grandes daños colaterales de la pandemia fueron los eventos corporativos. Los eventos —desde encuentros de networking a congresos y conferencias— han sido una de las tradicionales armas con las que las compañías han jugado para conectar con las audiencias, especialmente en el universo B2B. Estas acciones permiten no solo presentar productos, sino también afianzarse como fuentes expertas en los nichos de mercado que se buscan conquistar y crear relaciones mucho más cercanas con esos potenciales consumidores.
Sin embargo, en medio de la crisis del covid-19 y mientras la necesidad de frenar el contagio hacían que se suspendiesen todas las acciones que implicasen reunir a personas, los eventos tuvieron que vivir un parón. Había actividades virtuales, que se convirtieron en un filón al alza (y que han abierto la puerta a mantener experiencias híbridas en el mundo post pandémico). En 2022, se empezó a vivir de forma post pandémica y a retomar los eventos, aunque el temor a la inestabilidad económica quizás impactó en cómo se celebraban y cómo se gestionaba su vuelta. Con todo, 2023 parece el momento del retorno de los eventos corporativos.
Pero ¿cómo deben ser para sacarles el mayor partido y para lograr el mayor impacto de marca? Desde Cooklab explican que los eventos corporativos deben convertirse en auténticas experiencias inmersivas y personalizadas. “Me gusta decir que los eventos son como el teatro, ya que solo existe una puesta en escena y todo es en directo”, apunta en un comunicado Verónica Castilla, creadora de Cooklab. “En una única oportunidad debes demostrar todo tu trabajo y todo debe salir a la perfección”, añade.
El contenido, asegura Castilla, va a dejar paso a acciones más experimentales, en las que comunicación y marketing irán mucho más de la mano. “Ahora, el auténtico valor de los eventos son las personas que puedes conocer y las cosas que puedes vivir en tu propia piel”, explica la experta. Y añade: “La gente necesita experiencias transformadoras y llenas de sentido para sentir que algo merece la pena. La prioridad en los eventos será establecer una conexión con sentido, entre el entretenimiento y el contenido”.
Por ejemplo, se puede ver a nivel comida, en la que creen que se servirán más recetas vintage con giro enfocado a la salud, más comida africana, más productos respetuosos con las opciones de vida personales y el entorno (sustitutos de la carne, bebidas sin alcohol) o sabores sorprendentes como hierbas y flores.
De hecho, entre las tendencias que se ven como claves para 2023 la sostenibilidad es un factor importante. Como explican desde la propia industria a los medios estadounidenses, en 2022 creció la consciencia de la huella ambiental que tienen este tipo de eventos y también la responsabilidad que se debe mantener al organizarlos.
Por ello, se prima que los eventos estén más conectados con valores y cuestiones que interesan o se piensa mucho más en cómo se asegura la diversidad y que todo el mundo se sienta bienvenido en este tipo de acciones, pero también una mayor cercanía. Es decir, los macroeventos siguen existiendo, pero el interés en acciones más pequeñas ha ido en aumento.
También se mantienen tendencias como el “bleisure”, los viajes que mezclan turismo y negocios. Son una extensión de un contexto en el que es cada vez más habitual trabajar de forma híbrida y en el que la separación entre vida privada y personal es más difusa.