Por Redacción - 8 Julio 2020
Una de las industria que ha salido más malparada de la crisis del coronavirus ha sido la turística. El parón de la actividad ha sido absoluto y completo y las limitaciones de movimiento para la población implican que no se puede volver a la normalidad, ni siquiera a una aproximación.
Además, y a diferencia de otras industria que pueden seguir generando actividad empleando canales paralelos, como puede ser el ecommerce, la industria del turismo no puede llenar con nada lo que ha perdido. Si los turistas no pueden ir a sus destinos, poco es lo que pueden hacer por ellos.
Por tanto, la industria del turismo debe intentar recuperar el terreno perdido y debe apostar por una estrategia lo más eficiente posible a la hora de perfilar qué hace y cómo lo hace.
Esto es, ahora es el momento en el que no puede descuidar bajo ningún concepto su estrategia de marketing y en el que tiene que cuidar más que nunca los mensajes que lanza y cómo estos impactan en sus consumidores. Esto implica reorientar a quién se dirige (este año las empresas están apostando por el turismo de proximidad) pero también crear una estrategia a medida para cumplir con las expectativas de los consumidores y superar los nuevos retos.
En The Drum han hablado con los responsables de turismo de varios destinos en diferentes lugares del mundo, con cifras de visitantes muy elevadas, para intentar comprender cómo están haciendo las cosas y cómo están reinventando su estrategia de marketing turístico para seguir conectando con los consumidores (y convenciéndolos de que vuelvan). De sus conclusiones y testimonios, se pueden extraer unas cuantas conclusiones.
Responde, reinicia, reempieza: esas son las fases clave que el marketing turístico ha tenido que seguir con la crisis del coronavirus. Tras ellas, esperan que llegue la de recupera. Como explica el responsable de marketing de destinos para EMEA de Tripadvisor, Justin Reid, al medio británico: "nos cogió a todos rápidamente por sorpresa". Lo que en febrero parecía muy lejano e improbable, en marzo había arrasado a la industria como un tsunami.
La industria tuvo que pararse y que reajustar qué hacían y cómo. Tuvieron que reaccionar a los hechos y reinventar sus mensajes y sus acciones.
Además, estas fases no pueden verse como el único cambio y ajuste. Las marcas deben hacer todavía más deberes. Necesitan comprender qué preocupa a sus consumidores, cómo están respondiendo a la crisis y qué quieren. Deben hacerlo además teniendo en cuenta no solo en ahora, sino también el largo plazo.
Turismo de Las Vegas hizo una investigación para intentar averiguar cómo estaba respondiendo su mercado objetivo. Con esa investigación descubrieron que había tres grandes grupos de turistas y que tenían que crear mensajes distintos para llegar a ellos.
Así, su primera campaña insistía en que estaban deseando volver a ver a los turistas, pero solo cuando fuese seguro. La segunda insistió en la idea de que, aunque todo era diferente, la ciudad volvía a estar abierta y todavía era posible vivir una experiencia destacada. La siguiente fase será la que insista en la seguridad y en el uso de tecnología y soluciones para mantener la distancia social y la seguridad de todo el mundo.
Además, la industria del turismo usó durante todos estos meses el marketing de contenidos. Tus potenciales turistas no pueden visitarte, pero no quieres que se olviden de ti y de tu imagen de marca. Para ello, crearon experiencias inmersivas y contenidos especiales que se podían ver desde el sofá de casa.