Por Redacción - 21 Febrero 2023
La relación comercial entre el FC Barcelona y Nike ha sido históricamente muy importante para el club, ya que desde 1998 han mantenido una alianza que ha permitido al equipo azulgrana expandirse en el mercado de manera estratégica. A pesar de que en los últimos años ha habido cierta convulsión en torno a la continuidad de la empresa norteamericana en el club, parece que esa situación está lejos de ser una realidad.
De acuerdo a fuentes deportivas, en 2016 se llevó a cabo la última renovación del acuerdo. Otras establecen esta última fecha en 2018. Año en el que dicho acuerdo fue extendido mediante una prórroga de 10 años, hasta 2028. Según informaciones extraoficiales, Nike paga al FC Barcelona alrededor de 105 millones de euros por temporada, con la posibilidad de alcanzar los 50 millones adicionales en concepto de variables. Además, según las informaciones de este acuerdo, se pactó una revisión para 2023, y casualmente, el fatídico año en el que el caso “Barçagate” ha terminado poniendo al propio club frente a una gran crisis de reputación a nivel mundial tras los diferentes escándalos en los que la entidad azulgrana se ha visto involucrada.
Recientemente, nos preguntábamos si el escándalo conocido como "Barçagate" podría tener consecuencias negativas para los patrocinios deportivos y la publicidad del F.C. Barcelona. Sin embargo, después de tan solo una semana desde la última información y la noticia que sacudió a los medios deportivos de todo el mundo, ahora nos preguntamos cómo los patrocinadores del club se ven afectados por los efectos de una crisis de reputación sin precedentes, y cómo estas marcas suelen reaccionar en casos de “presunta corrupción” y otros escándalos deportivos. Y no es para menos. Muchos medios y actores implicados de este deporte rey, no han dudado en calificar este caso, “de ser cierto y poder ser demostrado”, como uno de los mayores escándalos en la historia del fútbol.
Es evidente que empresas y marcas patrocinadoras puedan estar preocupados por su propia reputación al estar asociados con un equipo que está siendo acusado de corrupción y malas prácticas. En situaciones similares en el pasado, los patrocinadores deportivos han reaccionado de diferentes maneras. Algunos han optado por mantener su asociación con el equipo y brindar su apoyo, mientras que otros han decidido retirar su patrocinio por completo. Sin embargo, en esta ecuación, y sin tener en cuenta otras marcas patrocinadoras del club, nos encontramos ante una de las marcas comerciales que en el pasado ha decidido actuar con mayor firmeza y mano dura frente a este tipo de escándalos.
Recordemos como en 2012, Nike rompió relaciones con el ciclista estadounidense Lance Armstrong después de que éste fuera acusado de dopaje y perdiera sus siete títulos del Tour de Francia. Un año más tarde, en 2013, Nike suspendió su contrato con el atleta paralímpico sudafricano Oscar Pistorius después de que fuera acusado de asesinar a su novia. En 2014, la multinacional estadounidense suspendió su contrato con el jugador de fútbol americano Adrian Peterson después de que fuera acusado de abusar físicamente de su hijo. El mismo año la compañía rescindió su contrato con el jugador de fútbol americano Ray Rice después de que se difundiera un video en el que aparecía golpeando a su esposa. En 2016, Nike suspendió su contrato con la tenista rusa Maria Sharapova después de que diera positivo en un control antidopaje. En 2017, Nike suspendió su contrato con el atleta estadounidense Justin Gatlin después de que fuera sancionado por dopaje en dos ocasiones. En 2018, Nike rompió su relación con el beisbolista Amaury Nolasco después de que fuera suspendido por 80 juegos por dar positivo en una prueba de dopaje. En 2019, Nike rescindió su contrato con el jugador de fútbol americano Antonio Brown después de que fuera acusado de agresión sexual. También ese mismo año, suspendió su contrato con la atleta Mary Cain después de que ésta denunciara abusos verbales y físicos por parte de su entrenador, Alberto Salazar. Y aunque en este momento nos suene como algo agorero, en 2020, la marca rescindió su contrato de patrocinio con el club de fútbol ecuatoriano Barcelona SC después de que se difundiera un video en el que un jugador del equipo aparecía consumiendo drogas. Ya en 2021, Nike suspendió su patrocinio al equipo de cricket de Sudáfrica después de que se conocieran denuncias de racismo y discriminación en el equipo. El mismo año también retiró una línea de ropa deportiva de la Universidad de Oregón después de que se denunciaran problemas de acoso y abuso sexual en el equipo de atletismo. Algo más cerca en el tiempo nos queda el año 2022, en el que Nike rescindió su contrato de patrocinio con el equipo de gimnasia artística de los Estados Unidos después de que se conocieran nuevas denuncias de abuso sexual en el deporte.
Al observar los numerosos casos en los que Nike ha decidido cortar sus relaciones y retirar su apoyo como patrocinador deportivo ante cualquier tipo de escándalo o caso de corrupción, es difícil creer que la marca estadounidense no se pronuncie pronto sobre el caso "Barçagate". De no hacerlo, su historial ejemplar y su reputación podrían verse comprometidos y afectar directamente la credibilidad de la marca. Los expertos en marketing y patrocinios deportivos ya han advertido de los efectos negativos que esto podría tener tanto en la reputación del club como en las marcas que actualmente lo apoyan o están vinculadas a él en el ámbito deportivo. Y mucho más, teniendo en cuenta que este caso parece que solo acaba de comenzar y las información conocidas en el día a día, parecen cada vez más preocupantes y alarmantes. De hecho, aunque inicialmente todos los entes oficiales pretendía restar veracidad e importancia a los titulares y noticias relacionadas con el caso “Barçagate”, ya han comenzado a escucharse las primeras exigencias de dimisiones así como la posibilidad de penalizaciones deportivas ejemplares.
La marca deportiva Nike es conocida por su compromiso con la excelencia y la ética, y su política de tolerancia cero ante los escándalos deportivos.
Por lo tanto, se espera que la empresa tome medidas inmediatas y enérgicas ante cualquier irregularidad en el ámbito deportivo que afecte a su imagen y reputación. Si bien aún no se sabe cuál será la posición de Nike en este caso, la situación es crítica, y el silencio de la compañía podría tener consecuencias graves para su reputación.
El caso "Barçagate" ha generado un gran revuelo mediático y ha puesto en tela de juicio la integridad del F.C Barcelona y de algunas de las personas vinculadas al club. Dada la importancia del equipo y su influencia en el mundo del fútbol, es lógico que Nike se sienta preocupada por el impacto que esto podría tener en su imagen y reputación.
Entendido todo esto, es casi seguro que Nike se pronuncie sobre el caso "Barçagate" en algún momento. La empresa ha demostrado en el pasado que no tolera ningún tipo de irregularidad en el ámbito deportivo y que está comprometida con la ética y la integridad. Si bien es difícil predecir cuál será la decisión de Nike, es importante que el club y sus patrocinadores actúen con transparencia y honestidad para proteger su reputación y evitar dañar la imagen de las marcas asociadas a él.