Artículo Marketing deportivo

El Fútbol pirata es la respuesta a un modelo de negocio que se ha convertido en un lujo que la gran mayoría no puede permitirse

El fútbol debería tomar inspiración del modelo de Netflix para volverse más asequible y accesible para los aficionados y consumidores

Por Redacción - 11 Marzo 2024

La reciente decisión del Juzgado de lo Mercantil Número 8 de Barcelona ha generado una notable polémica y gran repercusión, especialmente entre los aficionados al fútbol que utilizan servicios de IPTV para acceder a contenidos piratas. La posibilidad de recibir multas por este tipo de prácticas se volvió repentinamente real, dando lugar a debates y preocupaciones en torno a lo que algunos han considerado una decisión histórica.

Según las primeras informaciones proporcionadas por diferentes medios y periodistas que tuvieron acceso al auto judicial, se señalaba que las operadoras estarían obligadas a identificar a los usuarios que utilizan servicios piratas a través de IPTV. Esta medida tenía como objetivo permitir a los titulares de los derechos emprender acciones legales, incluyendo la imposición de multas y reclamaciones directas a los usuarios. Un enfoque que, según algunas fuentes, ya se había planteado a nivel europeo. Lo peculiar de esta decisión radica en que, por primera vez, la responsabilidad recaería directamente sobre los usuarios de servicios piratas, marcando un cambio significativo en la postura de la legislación española. Hasta el momento, las leyes y decisiones judiciales se centraban principalmente en perseguir a las páginas y retransmisiones piratas, dejando de lado a los usuarios finales.

Sin embargo, tras el análisis más detenido del auto por parte de expertos legales, la magnitud del impacto parece menos significativa de lo inicialmente sugerido. Además, algunos abogados expertos han señalado que dicha resolución ha sido malinterpretada, y su verdadero objetivo no serían los usuarios finales, sino aquellos que comparten el contenido pirateado, centrándose particularmente en la práctica conocida como 'cardsharing'. La obtención de datos personales de los usuarios de la red plantea desafíos legales, ya que debe cumplir con ciertos criterios establecidos por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Por lo tanto, la conclusión es que, al menos directamente a raíz de esta decisión, los usuarios de servicios de IPTV pirata no serán identificados ni multados.

Tras las diferentes informaciones y confusas declaraciones publicadas durante días en todo tipo de medios, la polémica ha desencadenado un nuevo debate que ha girado en contra de la Liga de fútbol española. Se le señala como responsable de erosionar la naturaleza inclusiva del deporte rey, considerándolo como un deporte accesible para todos. La crítica se centra en el contexto de la situación socioeconómica actual, donde la gran mayoría de personas, especialmente las más jóvenes, carecen de recursos económicos para suscribirse a estos servicios debido a los elevados costos asociados.

Javier Tebas, presidente de LaLiga, había catalogado el mencionado fallo judicial como una "gran victoria" en la lucha contra la piratería. Sostenía que esta medida posibilitaría que LaLiga persiguiera a los usuarios que consumen fútbol de manera ilegal, fortaleciendo así la protección de los derechos de autor. En este sentido, el propios, Tebas ha sido bastante claro al señalar que las sanciones "no serán multas", sino reclamaciones "por daños y perjuicios" dado que es "ilegal consumir este contenido de manera gratuita". No obstante, en las redes sociales, ha surgido una mayor crítica destacando el esfuerzo de Tebas por convertir el deporte en un lujo y un privilegio exclusivo para unos pocos, señalándolo como una de las razones principales por las cuales los jóvenes están desconectándose de esta disciplina deportiva.

El consumo ilegal de este tipo de contenidos, entre otros, persiste a pesar de las consecuencias legales y morales que conlleva. Entre las razones detrás de esta tendencia se encuentran diversos factores económicos, como el alto costo de acceso a contenido legal, ya sea a través de suscripciones a plataformas de streaming o paquetes de televisión por cable, que resultan prohibitivos para muchos. Para superar este problema, se requieren medidas integrales que aborden las diversas causas del fenómeno. Esto implica sobre todo, y aparte de educar y concienciar sobre sus consecuencias negativas, el promover el acceso legal a precios más asequibles. Pero el negocio de los derechos televisivos en el fútbol español, lleva décadas estrujando viejas fórmulas, y pocas ideadas para favorecer la cultura del fútbol.

La voz de numerosos medios convencionales ha sido objeto de críticas contundentes por parte de diversos periodistas y creadores de contenido en YouTube, quienes describen sus portadas como relatos influenciados por el que paga. Varios de estos YouTubers han respondido con editoriales que denuncian estas prácticas periodísticas, señalando la manipulación de la información en torno al caso judicial del pirateo de LaLiga y destacando casos cómo el de Marca o el periodista Juanma Castaño (Cope), al seguir los intereses de Tebas, y construir una narrativa destinada a intimidar a aquellos que evitan desembolsar los excesivos precios para disfrutar del fútbol.

El fútbol debería tomar inspiración del modelo de Netflix para volverse más asequible y accesible para los aficionados y consumidores

Implementar un modelo de suscripción similar al de Netflix sin depender de trucos comerciales ni paquetes añadidos, donde los aficionados abonarían una tarifa mensual para acceder a una amplia variedad de contenido futbolístico. Implementado de manera eficiente, este modelo podría contribuir a fomentar el interés global por el fútbol, expandiendo su popularidad y creando una experiencia más inclusiva para los seguidores en todo el mundo. El caso es que la fórmula actual no sirve ni para aumentar la masa crítica de la audiencia ni para reducir la pirateria.

Evidentemente, las controversias vinculadas a la piratería en el ámbito futbolístico están generando un impacto negativo en la Liga, erosionando su imagen y reputación al socavar el valor de sus productos y servicios. La disponibilidad gratuita de contenido ilegal reduce el estímulo para que los consumidores elijan el contenido oficial, provocando una disminución directa en los ingresos de la Liga y sus colaboradores. Sin embargo, surge la interrogante sobre si existen intereses que buscan mantener el fútbol como un entretenimiento costoso y menos accesible para todos. En este sentido, la realidad es que ligas y federaciones de fútbol comparten un interés común en mantener el fútbol como un negocio rentable. Establecen precios elevados para los derechos de transmisión y las entradas a los partidos, lo cual puede resultar en que el fútbol sea inasequible para un amplio sector de la población. Asimismo, las empresas de marketing y publicidad también buscan preservar el fútbol como un producto exclusivo, invirtiendo sumas considerables en el patrocinio de equipos y jugadores para alcanzar una audiencia extensa y aumentar sus ventas. Por otro lado, los gobiernos pueden tener un interés en mantener el fútbol como un entretenimiento costoso, ya que este puede generar ingresos fiscales significativos y contribuir a la promoción del turismo. Estos diversos intereses a menudo colaboran para asegurar que el fútbol permanezca como un negocio exclusivo. Este enfoque puede tener consecuencias negativas en la accesibilidad del fútbol, especialmente para aquellos con bajos ingresos o que residen en áreas rurales. Esta reflexión nos conduce a plantear otra interrogante crucial: ¿Es el fútbol un deporte o un negocio?

La naturaleza del fútbol es compleja y abarca tanto aspectos deportivos como comerciales. En su esencia, el fútbol es un deporte, un juego que involucra habilidades físicas, estrategias tácticas y emociones tanto para los jugadores como para los aficionados. Sin embargo, en la actualidad, la dimensión comercial del fútbol ha crecido significativamente. El fútbol se ha convertido en un negocio multimillonario que abarca derechos de transmisión, patrocinios, merchandising y publicidad. Las ligas, clubes y jugadores son entidades comerciales que generan importantes ingresos. Un aspecto comercial que ha llevado a la profesionalización extrema del deporte, con cifras astronómicas asociadas a traspasos de jugadores y contratos publicitarios.

La dualidad entre deporte y negocio puede generar tensiones, ya que los intereses económicos a veces parecen primar sobre los aspectos deportivos. Por ejemplo, los altos precios de las entradas, los derechos de transmisión exclusivos y el patrocinio pueden contribuir a hacer que el fútbol sea menos accesible para amplios sectores de la población. Lo que no cabe duda es que la relación entre el fútbol y los negocios es intrínseca en la actualidad, y equilibrar ambos aspectos se ha convertido en un desafío constante para la comunidad futbolística. La clave radica en encontrar un equilibrio que permita que el fútbol siga siendo un deporte apasionante y accesible para todos, sin perder de vista su esencia deportiva en medio del entorno comercial en expansión, pero a pesar de todo, no son pocos los que tienen la percepción de que algunos, solo piensan en el dinero que pueda servir para pagar titulares y aumentar sus propios sueldos aunque los más jóvenes se tengan que conformar con otros deportes como la King League.

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