Artículo Marketing deportivo

La gente joven no se está apartando del fútbol, lo que no aguantan es pagar mucho dinero por ver fútbol

La imposibilidad de acceder a tarifas asequibles y libres de compromisos o servicios asociados con las operadoras móviles es la más importante de las barreras

Por Redacción - 17 Julio 2024

Hace tan solo unos meses, profundizábamos sobre los aspectos relacionados con el hecho de que los jóvenes españoles estaban perdiendo el interés por competiciones deportivas como LaLiga. Sin embargo, todavía hay quienes no quieran abrir los ojos para descubrir la cruda realidad del fútbol de pago que ya es un lujo para la mayoría de consumidores.

El creciente costo de seguir el fútbol televisado en España, especialmente LaLiga y la Champions plantea una cuestión crucial: ¿las suscripciones para ver fútbol en televisión se han convertido en un lujo para los consumidores? Más allá de ser una simple forma de entretenimiento, el fútbol se ha transformado en una inversión significativa para los aficionados, quienes ya gastan grandes sumas en entradas, camisetas y merchandising. En este contexto, las suscripciones a los canales de fútbol representan una parte adicional de la inversión que los apasionados seguidores realizan en su deporte favorito. No obstante, considerando el salario medio mensual en España, afrontar una suscripción que supone vincularse a un servicio de más de 100 euros al mes se convierte en una tarea ardua para la mayoría de los consumidores. Esto plantea la necesidad de opciones más asequibles por parte de los operadores de televisión.

La realidad del fútbol de pago es que se ha convertido en un lujo para muchos consumidores, y esto se refleja en la pérdida de interés de los jóvenes no españoles en LaLiga.

Curiosamente, durante la celebración de reciente Eurocopa de selecciones conquistada por la selección española, el periodista y narrador deportivo Juan Carlos Rivero destacó tal y como recoge el eldiario.es, las grandes audiencias que había obtenido la televisión estatal entre el público joven durante la emisión del torneo. Al respecto, Rivero afirmó: “Cuando se estaba diciendo que la gente joven se estaba apartando del fútbol, que no aguantaban 90 minutos, empiezo a entender que lo que no aguantan es pagar mucho dinero por ver fútbol”.

La final de la Eurocopa 2024 logró un espectacular 78,7% de cuota de pantalla en La 1, con 13,5 millones de espectadores de media. El encuentro que coronó a España frente a Inglaterra alcanzó picos de 15,6 millones de espectadores. La emisión posterior, que registró las celebraciones de la Selección tras alzarse con el título, superó esas marcas. Según un informe facilitado por la consultora Dos30′, casi 19 millones de espectadores sintonizaron con el partido en algún momento de la noche.

En contraste, la audiencia de los partidos de LaLiga en televisión han experimentado caídas de audiencias durante los últimos años en España con partidos que apenas han superado los 100.000 espectadores y shares globales salvados por la campana de los de siempre. Esta tendencia negativa se atribuye al aumento del precio de las suscripciones, la competencia de otras plataformas de transmisión, como las de streaming, y los cambios en los hábitos de consumo. El éxito de audiencia de la Eurocopa demuestra que el fútbol sigue siendo el deporte rey, con una gran masa de seguidores y televidentes, poniendo en evidencia los modelos de pago que incrementan sus precios mientras reducen sus audiencias. Al final, "los muy pocos" deben pagar por los muchos que no pueden permitírselo.

La culpa es de la piratería, dicen…

La imposibilidad de acceder a tarifas libres de compromisos o servicios asociados con las operadoras móviles es la más importante de las barreras. La propia web de LaLiga ofrece la posibilidad de comparar las diferentes tarifas, comprobando que no existe opción alguna para quienes no tienen ya contratados servicios de móvil, internet o TV. Las operadoras de televisión han establecido un modelo de negocio que obliga a los usuarios a contratar paquetes completos, eliminando la posibilidad de opciones más asequibles y flexibles. Esta estrategia puede estar contribuyendo a la migración de los usuarios hacia la piratería.

La persistencia del interés por el fútbol, a pesar del creciente costo de las suscripciones, se manifiesta claramente en el aumento de la piratería. Esta tendencia subraya un fenómeno significativo: aunque los aficionados están dispuestos a seguir viendo los partidos, muchos no pueden o no están dispuestos a pagar los altos precios que imponen los operadores de televisión. La piratería se convierte, entonces, en una alternativa para aquellos que desean seguir disfrutando del deporte sin asumir un costo prohibitivo.

El aumento de la piratería en el fútbol revela que el interés por este deporte sigue siendo alto.

Los aficionados buscan constantemente formas de ver los partidos, incluso si esto significa recurrir a métodos ilegales. Esta realidad pone de manifiesto que el problema no es la falta de interés, sino la inaccesibilidad económica. Además, la dificultad de encontrar tarifas que no estén vinculadas a otros servicios, como telefonía móvil o internet, incrementa la frustración de los consumidores.

La afición por el fútbol es innegable, pero parece que unos pocos han decidido priorizar el negocio por encima de todo. En su afán por cuadrar sus cuentas, han olvidado que el fútbol es un deporte de interés general que debería ser asequible y accesible para todos.

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