Esta muy de actualidad la encontrada relación entre la LaLiga y la Real Federación de Española de Futbol (RFEF), los criterios que utilizan unos son denunciados por los otros, se solapan en funciones, no se entienden o no se quieren entender. A mi me ha servido para ver algo mas en esta continua disputa que es frecuente en muchas otras organizaciones?
Sí, ya sabemos que en fondo hay una insoportable relación entre los responsables de LaLiga Javier Tebas (@Tebasjavier) y la RFEF Luis Rubiales ( @LuisRubiales), que no se aguantan o simplemente, cada uno de ellos se quiere quedar con la hegemonía del futbol en España, que es una tarta muy apetecible a muchos niveles. Quizás haya algo de eso, es un tema que ya tratamos hace algún tiempo y que yo llamé liderazgos excluyentes, es muy posible que en este caso se den todo lo que compartimos en ese post. Pero creo que hay mucho más que disputas personales y probablemente, eso que sucede en estos organismos futbolísticos, posee muchas similitudes que se pueden ver reflejadas en departamentos de una misma empresa o entre empresas de un mismo grupo. Estamos hablando de la común disonancia por la que la empresa o grupo de empresas no pueden o no quieren responder a las necesidades que el marketing demanda para cumplir su misión. Me explicaré.
LaLiga es un organismo que han creado los clubes profesionales para fomentar y rentabilizar la marca de los campeonatos profesionales españoles. Por tanto, su misión es generar valor para la marca de la liga de 1ª y 2ª, por tanto intenta a todas costa que estas ligas las vean cuantas más gente mejor, que sus productos se venda por todo el mundo, que todos los países retrasmitan los partidos, en definitiva generar valor de marca para que sé que se obtengan los mayores beneficios económicos posibles tanto en forma de derechos de televisión más altos (La Premier es la que mas saca en este concepto en el mundo con gran diferencia), como en venta de productos, pagos por giras de equipos, para abrir nuevas franquicias, la internacionalización, etc? para que LaLiga y los equipos que la componen obtenga más dinero cada campaña y con ello, se puedan pagar a los futbolistas, para que se puedan fichar a los mejores jugadores, para tener un mayor peso en el futbol mundial. Digamos que LaLiga es el marketing del futbol profesional. Su financiación proviene o está muy ligada a lo que genere con contratos, patrocinios, giras, cuotas de clubes etc. Su filosofía es el futbol profesional es un negocio.
Por otro lado, la Federación (RFEF) es la encargada de gestionar el futbol aficionado de España, pero tiene funciones con respecto a los clubes profesionales, designan los árbitros, velan por los intereses de los futbolistas, tiene responsabilidades sobre las competiciones amateurs españolas, pero también sobre los campeonatos profesionales. Es una entidad privada pero que se debe de alguna manera al gobierno de España. Su misión es velar por la producción del futbol español en cuanto a su desarrollo, promoción y difusión. Su financiación procede tanto de manos privadas como públicas. No le interesa el negocio al menos en los mismos términos que a LaLiga o su negocio no va por los mismos derroteros, aunque también se nutre económicamente de patrocinios, partidos de la selección, etc...
Estamos viendo como la LaLiga propone partidos en Miami, como acción muy interesante para la proyección internacional de la marca, intenta cerrar horarios de retrasmisión con operadores asiáticos que obligan a jugar a horas impropias de nuestro futbol, para que sean horarios atractivos en sus países o incluso poner un partido de liga en días como el Lunes en los que no quiere jugar nadie, o cierra giras y actos que demandan muchas horas de avión, mucho esfuerzo y que a nadie apetece. En todo esto y en su papel de cuidar el futbol y a los futbolistas, la RFEF se niega a todas estas acciones y no permite o denuncian muchas de ellas.
En definitiva ¿ante qué situación empresarial estamos?, pues ni más ni mas menos que al marketing se le está ahogando en su trabajo para cumplir la misión que le encomendaron. Ese marketing que es el que permite que los futbolistas tengan los contratos que tienen, que los clubes reciban la pasta que reciben por derechos de televisión, que en definitiva, al que trae el dinero al futbol profesional, no se le permite realizar o desarrollar su trabajo para conseguir los objetivos que se le han fijado. La RFEF dice que mira por el futbol y por los futbolistas para que no se lesionen, para que tengan mejores condiciones laborales, en definitiva, para que el producto no se deteriore. Y es completamente cierto que un producto cuando se deteriora, su marca pierde valor. Por tanto ¿qué solución tiene esto? Pues la que estáis pensado, que hagan un plan conjunto donde se aborden objetivos para una y otra parte con la colaboración del otro organismo. Esto que parece simple, es cosa que se antoja harto difícil si además los líderes de cada una de ellas no se soportan, pero es el futbol profesional español y su marca, la que está en juego. A lo peor, de persistir esta situación, no sería nada inadecuado prescindir de estos dirigentes, y por el bien del futbol, situar profesionales que sean capaces de esta coordinación para el logro de beneficios mutuos.
Ahogar el marketing supone perder proyección y puede llegar a provocar la muerte de la empresa, descuidar el producto supone acabar con el negocio, es por ello y como os decía, que esta situación que vemos en el futbol español pasa en muchas empresas por lo que hay que establecer el equilibrio de hasta dónde queremos llegar para que el marketing proyecte todo su poderío sin que se vea negativamente afectado el producto. El marketing eficiente vela por no perder las ventajas competitivas de los productos, por lo que aún se antoja más importante ese equilibrio que os comento, que ya os digo cuando es revisado o son responsables diferentes profesionales, no es fácil encontrarlo. Tiene que haber una coordinación por encima de estos departamentos o funciones que sean lo que establezcan la relación entre el marketing y el producto o producción. Lo que mejor resultado ha dado en este sentido es poner objetivos comunes y vinculados.
Si se ahoga el marketing, es decir a LaLiga, no se le puede exigir que la marca del futbol profesional aumente su valor, con las consecuencias que esto tiene a todos los niveles, menos dinero, menos proyección, menos recursos, menos peso en el futbol mundial, despertar menos interés por parte del mundo en este futbol. Si se maltrata a los futbolistas y sus condiciones el futbol será de menos calidad, de menos impacto, menos vendible, habrá poco que vender. Por tanto Sr. Tebas y Rubiales, si quieren que el futbol profesional español se exporte, se venda y sea atractivo y que genere valor para el país, están obligados a no solo entenderse, sino a tener metas conjuntas y a trabajar en sintonía en pos del futbol. No han de ser amigos, han de ser profesionales con objetivos comunes. Que envidia dan organismos como la NBA en este sentido, que profesionales, que bien lo venden, como cuidan el basket y como lo proyectan como negocio.