Por Redacción - 30 Septiembre 2021
En las porras que se hacían antes del estallido de la crisis del coronavirus sobre el futuro del streaming, allá por enero de 2020, las proyecciones recurrentes de éxito a corto plazo se hacían sobre los deportes. Se esperaba que la próxima gran guerra del streaming fuese a ser la de las emisiones deportivas. Cada vez más espectadores tenían servicios de streaming - y también parecían menos dispuestos a pagar los carísimos paquetes que daban acceso a los deportes - y esto podía hacer que estuviesen abiertos a hacer suscripciones deportivas.
La televisión estaba perdiendo su cetro en los directos y empezaban a aparecer plataformas emergentes que querían conquistar el mercado deportivo. Antes de entrar en el confinamiento, una de las campañas omnipresentes en las paradas de autobús de algunas ciudades españolas eran las de Dazn, una plataforma streaming de deportes.
Luego llegó la crisis del coronavirus y las plataformas de streaming deportivas se encontraron con el mismo problema que las cadenas de televisión deportivas. Las grandes competiciones se suspendieron en medio mundo y no había contenido. Sin ese reclamo, no se podía avanzar y captar a los espectadores, así que la batalla del streaming deportivo pareció quedarse para otro día.
Ahora, la normalidad parece cada vez más cercana y la guerra por los deportes se ha vuelto a poner sobre la mesa. Los players tradicionales de esta industria tienen cada vez más competencia y el futuro en el que las plataformas VoD y players de nuevo cuño se asientan en el mercado de los deportes parece más cercano que nunca.
De hecho, se podría decir que la guerra del fútbol está migrando al streaming. En algunos países ya se han comprado derechos y en otros se está debatiendo cambiar las reglas del juego para que sea posible.
Amazon ya se ha hecho con los derechos de la liga francesa. Ha creado un canal propio, Prime Video Ligue 1, accesible por un extra para los usuarios de Amazon Prime, y tiene los derechos de emisión del 80% de los partidos de la liga gala. El precio no es muy elevado: son 12,99 euros al mes, a sumar a los 49 euros al año que cuesta Prime en Francia. En Reino Unido, también Amazon se ha hecho con los derechos de algunos de los partidos de la Liga.
Lo cierto es que ni siquiera hay que irse tan lejos. La subasta de derechos del fútbol en España está al caer la gran batalla está ya en determinar a cuántos años se subastarán y quién saldrá beneficiado de ello. La patronal del fútbol quiere fragmentar cómo se vende para así llegar a más espectadores potenciales. Con este movimiento, si finalmente es aprobado por los reguladores de mercado y la industria lo acepta, se podría abrir la mano a que comprasen derechos players como Amazon o Dazn.
Y si las grandes competiciones deportivas salen de la televisión tradicional y de los paquetes premium de las operadoras en los que estaban enmarcados hasta ahora, también van a cambiar las cosas en toda la industria derivada de ello. Esto es, tendrán un efecto directo en cómo se compra y se vende publicidad y qué tipo de anuncios se sirven.
Incluso, podría impulsar la consagración de nuevos modelos, como el del visionado de deportes gratis o a menos coste en streaming con carga publicitaria. Los deportes podrían convertirse en el espaldarazo para la consagración del AVoD.
Esto es lo que defiende un estudio de Magid para Tubi (que no deja de ser parte interesada: es una de las plataformas AVoD del mercado estadounidense). Según sus conclusiones, el consumo de deportes en streaming es ahora mismo la más dinámica de las tendencias en consumo de contenidos online. Los espectadores que ven deportes online tienen como preferencia el AVoD: quieren seguir viendo sus deportes en la red, pero quieren hacerlo gratis aunque tengan que sufrir los anuncios.
El streaming se ha convertido en algo que hacen ya muchísimos espectadores (el 64% de los adultos estadounidenses de forma semanal, según este estudio, pero el 78 y el 82%, respectivamente, de la Generación Z y de los millennials). El acceso a contenidos en la red se ha vinculado al entretenimiento. Es donde se ven series y películas, pero los espectadores están más abiertos a cada vez más formatos. Es ahí donde entran los deportes.
Si los deportes migran de espacio de emisión, también lo harán los anuncios asociados. Tubi estima que una cuarta parte de los presupuestos publicitarios deportivos migrarán al streaming en el próximo año y medio.