Por Redacción - 14 Noviembre 2017
Las agencias han sido una de las herramientas en las que las marcas y las empresas se han apoyado de forma recurrente para llegar a sus consumidores y para conectar con ellos. Las agencias han servido para encontrar la voz de la marca, para hacer campañas de éxito y para hablar con los consumidores durante décadas, pero los cambios de los últimos años y las nuevas exigencias de marcas y empresas las han puesto en peligro. ¿Ha muerto ya por tanto el modelo tradicional de las agencias?
En los últimos tiempos, no solo son cada vez más las voces que hablan de crisis, sino que además son cada vez más también quienes están viendo un cambio en cómo opera el mercado. Las empresas han empezado a contratar a personal para llevar desde dentro cosas que hasta ahora llevaban las agencias y estas últimas han comenzado también a establecer nuevas medidas y acciones para llegar a las compañías en estos nuevos tiempos.
Las agencias han empezado a reinventarse para así conseguir conectar con las marcas en los tiempos que corren. Como recuerdan en un análisis en AdWeek, en el que han seguido el camino que las agencias están empezando a recorrer, recuerdan que al fin y al cabo el modelo que siguen es un tanto algo pasado de moda y que los altos directivos de marketing, sus clientes, están cada vez más interesados en hacer más con menos.
Atrás han quedado las reuniones eternas y las comidas de negocios, pero también los modelos de trabajo anteriores. Ahora todo tiene que estar ligado a la "colaboración y la confianza", como apuntaba un directivo de una agencia de nuevo cuño.
Y ¿cómo se han reinventado las agencias? En EEUU, donde suelen empezar estas cosas y desde donde suelen luego saltar al resto del mundo, las agencias han empezado a ofrecer sus servicios de un modo diferente. Ahora empiezan desde a ofrecer planes de precios diarios hasta a dar paquetes de trabajo en los que se meten diferentes terrenos y acciones. Igualmente, también se van dividiendo las cosas por partes, partes con precios que se pueden contratar a trozos (lo que funciona para las empresas más pequeñas) o en los que se siente que se está controlando a donde se va el dinero.
En lugar de vender tiempo en general se venden "entregables". Esto es, ahora se factura por cosas concretas en lugar de ser tu agencia.
Pero el cambio es mucho más profundo y mucho más de lo que entra dentro de la esencia. Hasta ahora las agencias tenían un modelo, como recuerdan en el análisis, de espera y verás. Se encargaba el proceso creativo y la marca esperaba hasta que le mostraban la idea. Ahora, las empresas y marcas están mucho más implicadas en el proceso, porque están presentes en todo momento. La relación es más estrecha y la agencia está más limitada.
Las agencias están por tanto sumidas en un pleno proceso de cambio, que les obligará a redefinirse en cuestión de actividad, uso de tecnología, creatividad y hasta plantillas. Tendrán que deshacerse de algunos perfiles tradicionales para dar entrada a nuevos perfiles que serán la respuesta a las nuevas necesidades de las marcas. Las previsiones generales son las de que las agencias sean muy diferentes en cinco años vista.
Si a eso se suma que las agencias tradicionales tienen cada vez más competidores, como son las nuevas compañías tecnológicas pero también otros jugadores como las consultoras, se puede ver cómo la situación es cada vez más compleja.