
Las clásicas agencias de comunicación y marketing, en inglés PR agency, están sufriendo una transformación total, poniéndose en cuestión su viabilidad futura. En un mundo que maximiza día a día su digitalización y donde las relaciones públicas cada vez más son gestionadas desde el individuo o marca, que se siente capaz con las nuevas herramientas de social media, de sacar adelante el complejo proceso de branding,
El universo offline que vamos dejando atrás era el terreno perfecto donde las PR gobernaban con poder unas relaciones de intermediación complejas, en manos de expertos de la comunicación corporativa, agentes de publicidad o especialistas en marketing, ofreciendo a las pequeñas y grandes marcas, un posicionamiento de marca que las diferenciara de su sector, liderazgo y por lo tanto un éxito empresarial.
Los grandes dossier en papel, clipping de prensa, eran la prueba irrefutable de su buen hacer, la conversión necesaria que esperaba el cliente, donde el espacio ganado en los grandes medios de papel, otorgaba a la marca: prestigio, seriedad, confianza y liderazgo. La migración o transformación del mundo offine que ineludiblemente se apaga, en manos de un mundo que se escribe con ceros y unos, no solo llegó en forma de crisis en poderosas rotativas de los grandes medios impresos, sino también para sus intermediarios: las agencias, que de repente se quedaron sin su principal "carta de presentación".
Siglo XXI, de forma acelerada y con grandes reticencias y desaciertos al principio, ¿gratis, de pago?, estas grandes "rotativas" han aprendido a ser y estar de forma preeminente en Internet, a migrar del papel al online. Potentes portales de Internet, donde además han surgido miles de competidores y algunos de gran calidad, en forma de blogueros, webs de noticias y en general la masiva presencia en redes sociales, donde cada individuo puede convertirse de la noche al día en su propia agencia de noticias.
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