Es evidente que las redes sociales han cambiado muchos de los paradigmas de la comunicación y el marketing. Especialmente en todo aquello relacionado con la información que se genera y comparte a través de este tipo de canales. Su gran viralidad y el ritmo frenético con el que viaja y se propaga la información han superado con creces muchas de las expectativas. Y claro está, estas son por ello, algunas de las razones más importantes por las que el marketing de contenidos ha adquirido una vital importancia.
Sin embargo, a la hora de medir los resultados de nuestras acciones a través del contenido, ya no valen aquellos planteamientos del pasado donde para lograr una mayor audiencia era necesario generar un mayor volumen de información. La calidad se impone ante la cantidad como requisito esencial de cualquier estrategia de comunicación o línea editorial.
También es cierto que los medios y redes sociales han madurado, y con ello también la forma en la que cuantificar o valorar la influencia que generamos a través de estos entornos. Ya no es esencialmente necesario contar con legiones de seguidores. Aunque las cifras de números puedan ser un indicativo de popularidad, la verdadera relevancia llega de la implicación y el compromiso de los propios seguidores y sus reacciones a nuestras acciones.
Entendido de esta manera, cuando nos proponemos el desarrollar y compartir cualquier tipo de información o contenidos, los indicadores sociales se convierten en nuestra mayor referencia para medir el impacto y su repercusión. Llegado a este punto, la calidad de la información resulta determinante, pero tan solo es parte de una ecuación donde intervienen otros múltiples factores y aspectos relacionados. Sin embargo, si tenemos en cuenta, que es a través de las redes sociales desde donde la información puede adquirir mayor dimensión y distribución, los indicadores sociales son el indicio más relevante para valorar su impacto, notoriedad y la influencia que podemos llegar a alcanzar.
A la hora de tomar en cuenta dichos indicadores, hemos también de tener presentes las diferentes características de las redes sociales más populares. De todas ellas, Facebook y Twitter son sin duda las más poderosas para generar notoriedad e influencia a través del contenido, pero es sin duda la red social del micrologging la que ha demostrado una mayor efectividad en este sentido.
Esta es una realidad que bien pueden constatar innumerables sitios web de contenidos online. Las diferencia entre el número de "Me gustas" y Retweets que reciben los diferentes contenidos suele ser notable e incluso llamativa. Esto nos desvela realmente la diferencia abismal que existe actualmente entre ambas redes sociales y el impacto que podemos alcanzar a través de cada una de ellas. Mientras que Facebook parece comenzar a ofrecernos signos de flaqueza y mayor dificultad para promover con éxito nuestra información y contenidos, Twitter se nos ofrece como un poderoso aliado para cumplir este objetivo.
El gran reto ahora pues, es el de establecer una estrategia de contenidos donde prime la cantidad. Más información no implica que su impacto termine siendo mayor, ni que nuestra audiencia aumente por momentos o que el retorno de nuestro esfuerzo se vea compensando si finalmente no adquiere la dimensión que pretendíamos. Por lo tanto, también es importante trabajar para consolidar una comunidad de seguidores comprometidos que finalmente ayuden a impulsar de motu propio nuestra información y con ello constatar a través de dichos indicadores el impacto y relevancia de nuestros contenidos.
Nos queda tiempo para hacer mención a otros aspectos como la diferencia existente entre Retweets y visitas o lecturas que finalmente reciben nuestros contenidos. En este sentido, nos encontramos ante dos fases claramente diferenciadas. En la primera de ellas, puede que el número de Retweet, pueda incluso ser sensiblemente superior al número de visitas. Hemos e tener en cuenta que existe una tendencia extendida entre muchos usuarios por retwittear sin leer o acceder realmente a la información. Sin embargo, el hecho de estas acciones terminará generando una mayor propagación de la información, y con ello, un aumento proporcional del tráfico y visitas recibidas a la misma.
La teoría nos puede servir para exponer un ejemplo. Usted genera un contenido en su blog y recibe 10 visitas pero no generar ningún Retweet. Ello nos indica que de alguna manera llegaron a su contenido, pero este no resultó lo suficientemente interesante para ser compartido. Puede presumir de sus 10 visitas pero puede estar seguro de que no ha conseguido generar ni relevancia, ni notoriedad ni influencia.
¿Entiende ahora por qué el Retweet, es el gran indicador y nuevo Rey de la influencia del Marketing de contenidos?