Sin duda la eclosión y el auge de las redes sociales ha cambiado todo tipo de paradigmas en el marketing, la comunicación y la publicidad. A estas alturas referirnos al Social media como parte esencial e integrada de cualquier estrategia seguramente no sorprenda a nadie. Sin embargo, aunque nos parezca insólito, todavía son muchas las empresas que se mantienen distantes y alejadas de la realidad de los medios y redes sociales. Otras sin embargo, asumen tal evidencia y comienzan a tomar poco a poco las riendas para hacer de sus negocios, entidades más notables, visibles y sociales. Otras tantas y cada día más contadas por millones, son las que puedan dar testimonio de sus éxitos y fracasos, de su experiencia y aprendizaje.
Era previsible. Desde que las redes sociales cautivaron a los usuarios de la red, rápidamente se convirtieron en el escenario perfecto para el abordaje de las empresas y marcas. Un espacio por explorar que suponía todo un mundo de nuevas posibilidades dadas sus grandes virtudes y bondades. En pocos años, las redes sociales se han convertido en auténticas "metrópolis" digitales. Grandes ciudades de un universo paralelo donde los egos de sus participantes se prologan y extienden. Ciudades cuyas calles siempre transitadas han pasado a despertar el interés de todo tipo de comerciantes. Una nueva era para el comercio. Y es así como durante todo este tiempo, mientras continuaba su imparable crecimiento, empresas y marcas han asumido este reto y han convertido las redes sociales en su nuevo campo de batalla.
En sus inicios, las redes sociales fueron concebidas con un único objetivo que bien en este momento podríamos calificar de primitivo. Su función más esencial era la de permitir a las personas establecer sus propias redes de contactos. Y he aquí el matiz más importante, pues fueron diseñadas para la interacción y participación exclusivamente entre personas. Su masificación tras alcanzar su masa crítica se convirtió en la razón más poderosa para que las marcas no tardaran en descubrir cuál era el nuevo continente por conquistar. Desde entonces, las redes sociales se han convertido en ecosistemas de convivencia entre personas y marcas que pretenden adoptar un carácter más humano sin perder nunca de vista ni dejar olvidados sus principales objetivos.
Evidentemente, la proliferación de las redes sociales ha traído también consigo nuevos hábitos y tendencias entre los usuarios y consumidores, que gracias a sus más poderosas virtudes, les ha otorgado un nuevo rol con mucho más poder y la capacidad de hacerse oír o escuchar sin quedar enmudecidos. Las redes sociales han dado sentido a la conversación sin censura. Recomendaciones, críticas, comentarios, menciones o denuncias. Son las armas de las que el nuevo consumidor se vale para exigir su respeto.
Podríamos enumerar los múltiples beneficios de la adopción de las redes sociales y las estrategias de Social media para los negocios. Estar presente en los nuevos medios 2.0 es ya una tarea obligada para las empresas que desean abrirse al mundo y no encerrarse en sí mismas. Sin embargo, al margen de todos los tópicos, consejos y recomendaciones que podemos escuchar frecuentemente, existe una premisa fundamental que las empresas deberían tener siempre presente. Y es que "el Social media trata de lo que necesitan las personas y no de lo que desean las marcas". Y si las empresas pretenden coexistir en un entorno donde gobierna los propios usuarios, han de aceptar y aprender a convivir con las nuevas reglas impuestas.
El consumidor conectado de nuestra era ya no se reconoce a sí mismo como un comprador impulsivo y a quién se pueda engañar o conquistar fácilmente. Es un nuevo ser inteligente que ante todo exige que se le escuche, que se le preste la atención que se merece y que sus problemas no caigan en el olvido cuando recurre a las marcas para manifestar una mala experiencia. Las redes sociales le otorgan ahora el mayor altavoz para manifestar de forma pública y abierta cada una de sus quejas.
No todas las marcas están preparadas para afrontar tales retos aun en su empeño de ganar visibilidad y notoriedad a través de este tipo de medios. Si está seguro de que las redes sociales pueden aportar un valor añadido a su negocio, antes de empezar con su estrategia de Social media, medite sobre si realmente está dispuesto a ofrecer aquello que desean sus propios clientes. Entonces todo lo demás comenzará a tener sentido.