La gestión de las redes sociales es una profesión de moda, un atractivo que ha llevado a muchos profesionales a reinventarse, como se suele decir, y comenzar a desentrañar los misterios del mundo 2.0. Esto causó la proliferación de todo tipo de expertos, gurús y Community Manager varios, quienes, ante la granda demanda de profesionales del sector, se lanzaron a hacer su agosto en el entorno online.
Afortunadamente, los tiempos han cambiado y como era de esperar, el tiempo pone las cosas en su lugar. El sector ha madurado y la figura del Social Media Manager y perfiles afines cada vez tiene menos sentido, tal como fue concebida. Ojo, no estoy diciendo que las redes sociales han muerto, ni que hay que quemar a los Community como brujos en la hoguera, sino que conviene tomar distancia y analizar la situación actual.
La oferta laboral relacionada con los Social Media Manager creció un 50% en el último año, una cifra que dista mucho delas increíbles cifras a las que nos tenían acostumbrados. Lo queimplica necesariamenteque la demanda del sector, tal como la conocíamos hasta ahora, se está frenando.
Lo que sí está claro es que las redes sociales han calado en nuestro día a día, se han convertido en una herramienta de comunicación imprescindible, y como tal van a continuar. La diferencia estriba en que no afectan únicamente al proceso comunicativo entre la marca y el cliente, sino que se han extendido a todas las áreas de la empresa, lo que abarca desde los diferentes departamentos, hasta los altos cargos mandatarios, en cualquier ámbito empresarial. Por lo tanto, no se trata de posicionarse como Social Media Manager, sino como un gestor de la comunicación integral de la empresa, utilizando para ello los canales sociales. Una especie de "Social Enterprise Manager".
El valor fundamental de estos nuevos profesionales es el de explotar sus habilidades sociales, y el dominio de las herramientas de comunicación 2.0. Cualidades que deber saber aplicar a todas las esferas de la empresa, de tal modo que ésta gane en eficiencia y productividad.
En la actualidad, las empresas demandan un profesional que no solo mire de puertas para afuera, sino que se preocupe por conocer la empresa, y sea capaz de salir del área de marketing e implicar a todos los estamentos, desde los recursos humanos hasta producción, sin olvidar la atención al cliente. Un hecho que pone de manifiesto el Sloan Management Review, publicado por MIT. Un dato que puede ser sumamente rentable para la empresa. Según el informe de McKinsey, la aplicación de los Social Media en la empresa a nivel global podría reportar a la economía hasta 1,3 billones de dólares, gracias al aumento de la productividad y un mayor conocimiento del cliente.
En Estados Unidos el 61% de las empresas ya utilizan los medios sociales para descubrir nuevas oportunidades de negocio. Un claro ejemplo de esa evolución es IBM, quien experimentó un aumento del 400% en sus ventas gracias a la implementación de las ventas sociales.
La tendencia está orientada a que las redes sociales sean una herramienta de trabajo, no un trabajo en sí mismo, aunque todavía es necesario ahondar en el dominio de éstas. Según la encuesta de Harvard Business Review, únicamente el 12% de los usuarios de las redes sociales es capaz de utilizarlas eficazmente. De ahí que el papel de los profesionales de las redes sociales sea todavía imprescindible, lo que no implica que en un futuro próximo se vuelva a cuestionar.