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Por Redacción - 13 Diciembre 2013
Conseguir que una marca destaque y se haga un hueco en la mente del consumidor es cada día más difícil. Continuamente los clientes se encuentran expuestos a multitud de impactos, gran cantidad de mensajes y propuestas que no son capaces de asimilar.
La cosa no mejora cuando, intentando escapar del mundanal ruido, se refugian en su entorno más privado, en busca de disfrutar un momento de ocio y distensión. En ese momento el bombardeo continúa, bien sea en forma de anuncios pre-roll como puede ser el caso de YouTube, o de publicidad nativa, en sus propios perfiles sociales.
Ante tal saturación, resulta casi imposible despuntar. Las marcas no pueden seguir apostando por utilizar la misma estrategia que el resto, y lanzar un mensaje homogéneo e impersonal. En cambio, sí pueden especializarse, y dirigirse a ese sector más dispuesto a escucharles, y en el que probablemente no hayan reparado hasta ahora: sus embajadores.
Sí, se trata de aquellos clientes y seguidores más comprometidos con la marca, esos fans que se muestran más activos en los Social Media, donde interactúan habitualmente con la marca, y aquellos que ya han probado sus productos. Ante este público objetivo, las marcas cuentan con la ventaja de que tienen un conocimiento previo de la marca y, por ende, sienten cierta predisposición a recibir su mensaje.
Dónde y como conseguir embajadores para la marca
El primer paso consiste en identificar a esos usuarios más activos, potenciales embajadores, y trabajar para fomentar su fidelidad. Para ello, están a nuestra disposición las métricas y herramientas de analítica de las redes sociales, que permiten conocer qué usuarios han comentado recientemente, quienes son habituales conversadores e incluso el alcance y repercusión de sus interacciones.
No nos olvidemos de tener un trato especial con los clientes ya existentes, aquellos que ya han comprado y conocen de cerca nuestros servicios. El CRM social nos ayudará a tener más datos sobre su perfil, y, en consecuencia, poder diseñar acciones específicas para ellos. Conviene tener presente siempre la necesidad de lanzar un mensaje específico, independiente para cada nicho concreto.
Una vez identificados a nuestros embajadores, el siguiente paso es diseñar una estrategia dirigida a estrechar su vinculación con la marca, así como crear oportunidades para fomentar el engagement. Para poner en práctica esta estrategia, es necesario seguir de cerca su actividad social, rastreando el panorama 2.0 tras de sus interacciones y menciones sociales. Así desarrollaremos la capacidad de poder hacer acto de presencia en el momento más adecuado, con el mensaje oportuno.
Cómo mantener la motivación de los embajadores de marca
El gran poder de los embajadores reside en su capacidad de hablar en beneficio de la marca, de forma desinteresada, e influir en su entorno. Por ello, estos prescriptores han de estar realmente comprometidos con ella, sentirse orgullosos de pertenecer a su comunidad, y sentir la necesidad de transmitir esa sensación positiva que le ha generado la marca. Por tanto, la estrategia ha de estar dirigida a generar esas expectativas en sus embajadores y, por supuesto, satisfacerlas. Una tarea que no siempre resulta sencilla, pero que, bien planificada, puede reportar resultados muy positivos en términos de engagement y fidelidad. Ello pasa por diseñar acciones específicas para ellos, tenerles en cuenta a la hora de lanzamientos en exclusiva, o la fase de prueba de un producto, o de ofrecerles avances e información en primicia. Con todo ello se consigue que se sientan importantes, y quieran seguir disfrutando de esos privilegios.
En definitiva, el objetivo es conseguir ser referenciado por una fuente de influencia de primer orden, como son los clientes y seguidores comprometidos con la marca, sin duda, los mejores embajadores que pueda tener.
