Por Redacción - 20 Marzo 2014
El contenido audiovisual es la reina de la corona de toda estrategia de content marketing que se precie. Se espera que en 2017 el 67% del tráfico web por parte de los consumidores esté basado en vídeos. Un aliciente que lleva consigo una elevada actividad social.
YouTube es la plataforma ideal para descubrir y compartir vídeos.
Sus más de mil millones de visitas al mes le han convertido en la segunda web más visitada del mundo.El poder de la imagen en movimiento traspasa fronteras. Este gran conjunto de usuarios dedican hasta 6 mil millones de horas al mes a la reproducción de sus vídeos, lo que implica más de una hora por persona, a nivel mundial.
YouTube no es solo un lugar donde buscar y reproducir vídeos, sino que sus usuarios disfrutan interactuando con el contenido y comentando, compartiendo. Por ello los marketers no deberían utilizarlo como un canal publicitario más, donde insertar sus anuncios, a la espera de impactar al público sin más, interfiriendo con ello en su experiencia de usuario. En este canal los clientes se muestran receptivos a los trabajos creativos, siempre dispuestos a entrar en el juego, si éste es capaz de captar su interés. Ingredientes como el humor, la creatividad y cierto toque sarcástico siempre serán bien recibidos.
Vimeo ha pasado de ser un espacio exclusivo para los profesionales del sector audiovisual, a ejercer como repositorio de vídeos de calidad y una plataforma dinámica de encuentro entre amantes de la imagen. Ya cuenta con 100 millones de visitas al mes, y su contenido se distribuye entre más de un cuarto de millón de webs. Entre sus páginas se pueden encontrar piezas de larga duración y, siempre, de alta calidad de producción. Un buen lugar para alojar videotutoriales o presentaciones de producto profesionales.
Con Hangouts se revolucionó el sector de la comunicación en tiempo real. Gracias a esta plataforma de la factoría Google todos los usuarios pueden utilizar este video chat. Un servicio que en 2013 alcanzó los 540 millones de usuarios activos, y está previsto que en 2016 supere al número de miembros de Facebook (1.200 millones). Sus posibilidades son ilimitadas; desde hacer una videollamada con cualquiera de los contactos de Google , hasta organizar quedadas en grupo. Otra gran ventaja es que estas conversaciones incluso se pueden grabar. Resulta una herramienta muy útil para reuniones de trabajo, entrevistas a distancia e incluso charlas o webinars.
Vine nació con la intención de popularizar los microvídeos. Esta aplicación móvil de la factoría Twitter permite grabar y compartir vídeos de una duración máxima de 6 segundos, que se reproducen en bucle. Vine nació en enero de 2013 y en 3 meses ya contaba con 1 millón de usuarios. En la actualidad cuenta con más de 40 millones, y se estima que cada segundo se tutean 5 vines. Los stop-motion son el principal tipo de vídeos que aquí podemos encontrar; todavía le resta para consolidarse como herramienta de marketing.
Dado el éxito de Vine, Instagram decidió en junio del año pasado hacer lo propio, implementando su funcionalidad para grabar vídeos, en esta ocasión con un máximo de 16 segundos. Una mejora que las empresas, quienes ya desarrollaban su presencia en Instagram sí se decidieron a aprovechar. 4 meses después, el 40% de los vídeos más compartidos en esta plataforma pertenecían a las marcas. Los sectores de entretenimiento, retail, hostelería y equipos deportivos han encontrado en estos microvídeos un modo de llegar a los usuarios de Instagram, principalmente el público joven.