El contenido compartido por las marcas puede aumentar el gasto de los consumidores en un 10%

Los usuarios disfrutan compartiendo contenido a través de los Social Media. Una actividad que puede resultar muy rentable para las empresas.

Según el estudio publicado porShareThis y Beresford Reseach, este contenido compartido a través de las redes sociales puede hacer que los consumidores gasten hasta un 10% más, lo que supone un añadido para la cuenta de ingresos de las empresas.

Tal como reflejan los investigadores, este contenido ejerce una influencia sobre los compradores mayor que otros aspectos relevantes, como el precio o la marca.

Los consumidores demandan activamente información recomendaciones a la hora de tomar sus decisiones de compra. Una información sobre la que hasta ahora no había sido posible establecer su valor e influencia real. Este estudio demuestra por primera vez su efectividad de forma cuantitativa, de forma que las empresas puedan orientar su estrategia en función de las conclusiones obtenidas.

Entre las conclusiones más relevantes del estudio, podemos destacar que la influencia del contenido compartido supera a la de las meras recomendaciones y valoraciones de los clientes; tanto en el caso de las positivas como de las negativas.

Los clientes consideran que el hecho de compartir supone una acción sincera de que dicho contenido realmente es útil y válido; mientras que las valoraciones personales, de un modo u otro, podrían estar condicionadas.

Sin embargo, no conviene menospreciar el poder de las recomendaciones. Según el estudio, los consumidores tienden a comprar más aquellos productos valorados positivamente, mientras que rechazan a aquellos sobre los que encuentran críticas negativas.

Realmente, estamos siendo testigos de un gran cambio en los hábitos de compra y toma de decisiones por parte de los clientes. Este mes el informe de YouGov reflejaba el bajo índice de credibilidad de la publicidad (3%), destacando el contenido de marca (70%) y las recomendaciones de clientes (66%) como fuente de influencia prioritaria. El reto consiste en ser capaces de valorar económicamente dichas recomendaciones y contenido compartido, con el fin de optimizar la estrategia.