El poder de las redes sociales para viralizar un mensaje, compartir y difundir opiniones no es ningún misterio. Los usuarios utilizan estos canales como medio de libre expresión, donde lanzar al mundo su mensaje, opinión, o comentario sobre lo que piensan, hacen y sienten en cada momento.
Una influencia que no ha pasado desapercibida en el caso del cine. Según los datos a portados por Nielsen el año pasado, a la hora de elegir qué películas ver, las redes sociales y recomendaciones de otros usuarios cada vez tienen mayor peso en la toma de decisiones.
Según los datos analizados, el 41% de los Millennials visitaba sitios de valoraciones de películas por parte de otros usuarios, como es el caso de Rotten Tomatoes. Asimismo, las redes sociales influyen cada vez más en las decisiones ante la cartelera de cine, como es el caso del 36% de los usuarios de Instagram, el 28% en el caso de Twitter, 23% si se trata de Facebook, o 19% en Pinterest.
De otra parte, el estudio publicado este mismo mes por la Universidad de Eastern Michigan analiza la relación entre las acciones en Twitter y su impacto de taquilla de la película BoxOfficeMojo.com, llegando a la conclusión de que el éxito de un estreno de cine puede estar determinado por el engagement que dicha película sea capaz de generar en la audiencia.
Así, dichas interacciones impulsan el boca a boca generado en torno a la película, lo cual motiva a los usuarios a acudir a la sala de cine a disfrutar del estreno. De otro lado, el estudio también demuestra cómo el contenido y las acciones promovidas por el estudio, así como el grado las interacciones generadas influyeron indirectamente en la percepción que la audiencia tenía sobre la película.
A modo de conclusión, podemos resumir que a mayor esfuerzo por parte del estudio de cine en comprometerse con su público, mayor engagament en las redes sociales. Lo cual se traduce en un boca a boca positivo en torno al estreno, lo cual fomenta la afluencia al cine.
Por ello, las redes sociales constituyen una vía efectiva para conectar con la audiencia, promover las buenas críticas y recomendaciones por parte de los propios espectadores, y hacer crecer en ellos el deseo de conocer la película.
Toda una corriente de sensaciones y actitud positiva que irremediablemente conseguía atraer a otros espectadores, incrementando el deseo de ver dicha película. Este éxito también se tradujo en forma de hashtag (#8apellidosvascos) en este film español, 8 apellidos vascos, que consiguió más de 7.000 menciones en 7 días y convertirse en una de las películas españolas más taquilleras.