Por Redacción - 28 Enero 2016
¿Qué es lo que han enseñado las redes sociales? Las empresas han tenido que aprender unas cuantas lecciones sobre lo que les interesa a los consumidores y lo que esperan de ellas en ese nuevo entorno. Para empezar, las redes sociales han cambiado las dinámicas de comunicación. Ahora los consumidores esperan mensajes mucho menos formales, mucho menos envarados y mucho menos corporativos. Quieren que las marcas les hablan como le hablaría uno de sus amigos. Por otra parte, las marcas tienen que ser capaces de crear contenidos interesantes, de hablar de cosas que no son simplemente sus productos. Las redes sociales les han obligado a entrar simplemente en las conversaciones y conversar.
No son los únicos cambios que han impuesto las redes sociales. El universo social media también ha tenido un efecto en los tiempos. Las marcas tienen que ser mucho más dinámicas, mucho más rápidas y mucho más eficientes. Las cosas ya no pueden esperar. Todo tiene que pasar en el momento exacto en el que el consumidor espera que pase y todo tiene que ocurrir mucho más deprisa. Las marcas tienen mucho menos tiempo para pensarse las cosas.
Todo tiene que ir mucho más rápido, lo que hace que las marcas tengan mucho menos margen de maniobra y lo que les obliga además a jugar con diferentes escalas y oportunidades. Las marcas tienen que ser capaces de tener tiempos de reacción rápidos, de hacer que las cosas pasen de forma inmediata y de ser capaces de aprovecharse del momento exacto en el mismo punto en el que este ocurre.
Porque en el marketing de redes sociales la clave son los momentos y las marcas que saben hacer bien las cosas, que logran triunfar y que consiguen posicionarse de forma destacada son las que saben ver estas oportunidades y hacer que jueguen a su favor.
Además, como explican desde Hootsuite, los consumidores están generando hoy en día más momentos que nunca. Todos los movimientos que realizaron las grandes empresas del terreno de juego social en 2016 están de hecho ligados al momento real, al ahora mismo, con sus herramientas para reproducir contenidos en tiempo real y poder así conectar con los demás en un ejemplo más de lo cada vez más próximas que las redes sociales quieren estar de la existencia en "tiempo real".
A esto se suma que los usuarios de las redes sociales están recibiendo con muy buenos ojos estas propuestas y están empleando cada vez más estas herramientas para conectar con sus contactos. Y, allí donde van los consumidores, tienen que ir las marcas. Si ellos quieren tiempo real, las marcas no se pueden quedar al margen de sus intereses.
El fin de las planificaciones de 8 semanas
Y este interés por el tiempo real y este volcado que las marcas deben hacer en el mismo tiene varias consecuencias que cambiarán por completo cómo trabajan los departamentos de redes sociales de las compañías.
Para empezar, las marcas ya no pueden trabajar con grandes planificaciones que pasan por muchos departamentos. Esto ya no era posible cuando empezó a popularizarse el uso de las redes sociales en las empresas, pero aun así las marcas tuvieron difícil el abandonar las viejas maneras. En un mundo en el que las cosas van más aceleradas que nunca, no se pueden crear mensajes a dos meses vista.
Para continuar, las marcas tienen que convertirse tanto en receptoras como en emisoras de ese tiempo real y no pueden dejar pasar la oportunidad de lo que está ocurriendo en ese momento. Por un lado, tienen que ser capaces de generar contenidos interesantes y atractivos en tiempo real. Los streamings de presentaciones o los en directos se han convertido en una cuestión obligada. Pero las marcas no solo deben jugar la baza del tiempo real propio, sino también del, por así decirlo, el tiempo real ajeno. Los grandes eventos deportivos, las emisiones que congregan a grandes masas de audiencia entregadas (desde Juego de Tronos hasta el último reality que lo está marcando todo), pueden servir para que la marca conecte con la audiencia y le demuestre que está ahí, al mismo tiempo que ellos también están.