Por Redacción - 20 Mayo 2016
¿Qué es lo que hace que un empleado sea perfecto para trabajar en redes sociales y qué es lo que hace que un fichaje sea el que haga que el equipo social de la compañía funcione mejor? Lo cierto es que esa es una pregunta que las marcas llevan haciéndose años y una de las que están intentando responder desde hace más tiempo. A medida que las redes sociales han entrado a formar parte cada vez más de la vida cotidiana de los consumidores, las empresas están considerando más y más cuál es el mejor perfil para cuidar de ese entorno y de la relación que en el establecen con los consumidores.
No solo tiene un peso cada vez más importante en cómo llegar a los consumidores (el 63% de los CMO considera que es ya la más importante vía que tienen para conectar con ellos) sino que también es una de las que se lleva cada vez más dinero en los presupuestos de marketing. El en manos de quien esté es por tanto cada vez más relevante.
Establecer el perfil y el retrato robot del prototipo del perfecto trabajador de redes sociales puede ser por tanto más importante que nunca? y también más complejo. En Audiense preguntaron a los responsables de redes sociales de varias multinacionales qué creen que hace al trabajador perfecto para gestionar los social media y de sus respuestas se pueden extraer unas cuantas conclusiones.
Uno de los elementos en los que parecen de acuerdo los responsables de las empresas es en que las cosas no pueden dividirse en nichos concretos y no pueden verse como compartimentos estancos. Lo cierto es que esa es una de las cuestiones que se suelen repetir cuando se habla de redes sociales y cuando se habla, en general, de la estrategia en marketing digital. Las marcas no deben arriesgarse a ver el mundo en silos y tienen que ser capaces de verlo como un universo general, en el que las cosas que ocurren en un entorno tienen un efecto directo en las que ocurren en otro.
Lo mismo ocurre con las redes sociales y con lo que se hace en ellas. El buen trabajador de este entorno y el que es realmente capaz de ver las cosas de una forma mucho más global. De hecho, uno de los primeros requisitos que recogen en el análisis es que el trabajador debe "pensar más que allá de lo social". Debe ver una fotografía mucho más amplia y tiene que ser capaz de comprender cómo su trabajo afectará e impactará a los canales que no son las redes sociales.
Pero la cuestión de ver más allá no solo está unida a ver el mundo como un total sino también a analizar las dinámicas y las acciones dentro de las propias redes sociales. Como apuntan los expertos, el buen profesional en redes sociales no piensa jamás en silos sino que es capaz de ver siempre la imagen al completo. Esto hace que sea capaz de entrelazar historias o de establecer relaciones de causa efecto, por ejemplo.
O lo que es lo mismo el trabajador tiene que demostrar "que puede pensar desde la perspectiva de la compañía". El punto puede parecer obvio a primera vista, pero en realidad es muy complejo (y muy importante cuando se habla de redes sociales y de cómo gestionarlas para sacar el mayor partido a la presencia de la marca en las mismas). Las redes sociales son un universo muy especial y muy complejo, en el que todos estamos acostumbrados a comportarnos con naturalidad y a hacerlo todo muy personal. Cuando uno deja de gestionar las propias redes sociales para centrarse en las de una compañía, tiene que ser capaz de olvidar todo lo que uno hace para centrarse en lo que es bueno para la firma. Y esto implica adaptarse a la audiencia de la compañía y a sus intereses y, sobre todo, conocer muy bien a la compañía en cuestión y lo que la hace diferente y única.
Otro de los puntos básicos en los que un trabajador tiene que destacar para ser capaz de conectar con las marcas y para convertirse en un elemento de valor dentro del equipo de redes sociales es que tiene que ser creativo. Tiene que aportar ideas nuevas y tiene que ofrecer una nueva visión sobre lo que se hace y lo que debería hacerse. Tiene que aportar aire fresco e ideas nuevas. No vale con simplemente ser alguien que se ajuste a la burocracia y a las dinámicas ya existentes.
Por otro lado, el profesional tiene que ser rápido y "adaptable" a los cambios. Las redes sociales se mueven muy rápido y evolucionan igualmente deprisa y los buenos profesionales tienen que ser capaces de mantener ese ritmo en los cambios y no simplemente moverse a rebufo. Dado que las diferencias entre plataformas y mensajes son elementos clave para establecer una estrategia efectiva en redes sociales, los profesionales tienen que ser capaces de conocer lo que separa a unas y a otras y lo que hace que las cosas funcionen o no en una o en otra herramienta.
O como apuntan algunos directivos no hay que dar por hecho que no tener un título de marketing o un posgrado en redes sociales hará que un profesional no encaje: lo cierto es que en el entorno de las redes sociales cada vez se necesitan perfiles más diversos y conocimientos más variados. Ahora mismo son igualmente deseables y buscados profesionales con conocimientos sobre el mercado o con talento matemático como expertos en vídeo o en diseño para formar parte del equipo de redes sociales.