Por Redacción - 2 Septiembre 2016
Las redes sociales se han convertido en una parte indispensable en la estrategia de las empresas y en una que cualquier directivo que sepa de qué va el mundo en el que su marca tiene que moverse no dejará descuidada. Sin embargo, cada vez que se habla de redes sociales y de marcas se suele hablar de la estrategia hacia el exterior de las compañías en ese terreno. Esto es, siempre se estudia y se analiza el cómo lo que hacen o no hacen las empresas tendrá un impacto en los consumidores.
Es, en cierta medida, lógico. Las redes sociales son uno de los puntos de contacto que las marcas tienen con sus clientes y uno que, además, funciona especialmente bien. Las marcas tienen que aprovechar este escenario para conectar con los consumidores y, sobre todo, no pueden dejar pasar un espacio en el que las cosas ya se dan por hechas. Los consumidores dan por hecho que las marcas van a estar ahí y las marcas no tienen más remedio que estarlo. Lo que se hace o no en redes sociales se ha convertido, además, en algo que los consumidores tienen más y más en cuenta a la hora de establecer qué piensan de las marcas.
Pero esta importancia de las redes sociales en lo que es la comunicación externa de la marca no debería hacer perder de vista otro elemento muy importante. Las redes sociales no solo funcionan como altavoz de la firma de cara al exterior sino que son también muy importantes dentro de la propia compañía. Las empresas deben cuidar de forma especialmente detallada el cómo sus empleados usan las redes sociales y las herramientas que le dan para que lo hagan. Durante años, la estrategia interna de las empresas en lo que a redes sociales se trataba se centraba o bien en prohibir a sus empleados que usasen Facebook en el trabajo o en o bien en convertirse en unos pesados que buscaban que sus trabajadores spamearan a sus contactos con publicidad de la casa.
La estrategia interna en redes sociales merece, sin embargo, una reflexión mucho más cuidada. Por un lado, los consumidores valoran de forma especial lo que los propios trabajadores de las marcas dicen sobre las mismas y sus productos, lo que hace que que los trabajadores se conviertan en embajadores sociales de la misma sea algo más que relevante. Por otro lado, los propios trabajadores quieren usar las redes sociales y quieren que su trabajo se integre en ellas.
Como acaba de demostrar un estudio global de Future Workplace, los trabajadores más jóvenes quieren que las redes sociales estén integradas en su espacio de trabajo. Los millennials y los miembros de la Generación Z no quieren que estas queden fuera y quieren que sean una herramienta más de su día a día.
El 41% de los encuestados pone en el puesto principal de su lista de deseos tecnológicos para sus trabajos ideales a las redes sociales, batiendo a tecnologías emergentes como los wearables o la realidad virtual. Y, aunque reconocen que las redes sociales son su principal distracción en el trabajo (lo reconoce un 46%), ven sus valores y quieren que las marcas los aprovechen en su puesto laboral.
¿Por qué quieren las redes sociales?
Los millennials y los Z se han acostumbrado a comunicarse en tiempo real a través de las redes sociales y prefieren conectar así con sus compañeros, en lugar de hacerlo por teléfono, persona o email. Herramientas como Slack, por ejemplo, son preferidas al tener que intercambiar correo tras correo. Si a eso se suma que son un grupo demográfico obsesionado con la flexibilidad en el trabajo, se puede tener la foto completa.
Todos estos datos deben ser vistos por las marcas como una buena noticia y tienen que ser aprovechados por ellas para potenciar aquellas cuestiones que a ellos les interesan. A medida que se han dado cuenta de la importancia de generar conversación y de hacer que los trabajadores sean "advocates" de la marca, han empezado a buscar la manera de potenciar esto. Que los trabajadores de la compañía estén tan interesados por contar con una integración de las redes sociales en su entorno de trabajo no hace sino más que crear las condiciones de trabajo perfectas para potenciar estos comportamientos.