Por Redacción - 14 Septiembre 2016
Puede que uno sienta que en internet ya lo ha visto todo o que no hay nada que pueda sorprender ya en el universo de lo que se puede encontrar o no en la red. Por muy extraño que sea el meme de turno, por muy rebuscada que sea la tendencia en cuestión? Es internet de lo que estamos hablando y lo que estamos analizando y en la red es posible encontrarlo todo.
Por otro lado, y de forma paralela, internet no solo ha cambiado nuestro umbral de sorpresa, sino que también ha modificado cómo accedemos a la información, qué consideramos relevante (y qué no) y quienes son los gurús o las guías a quienes queremos seguir en nuestra búsqueda de la verdad, de lo interesante o de lo que toque en ese momento. Internet ha cambiado por completo todas nuestras dinámicas. Por ello, y tras décadas de escuchar lo que decían los famosos de Hollywood como guía para tomar nuestras decisiones de compra, la red ha irrumpido y cambiado a nuestros prescriptores. Ahora, quienes nos importan no son los famosos lejanos sentados en la cúspide del imperio del cine o el famoso de turno de la tele, sino más bien aquellas personas que consideramos relevantes o expertas, esos influencers a los que seguimos en las redes sociales.
Y, igualmente paralelo a todo esto, internet ha logrado desatar una suerte de frenesí por "lo mono", un interés creciente por los animales encantadores y "sus cosas". Los gatos son los reyes indiscutibles de la red, pero los perros empiezan a tener también su nicho de mercado.
Estas tres tendencias paralelas y estas tres situaciones de internet acaban de converger en la última tendencia que obsesiona a marcas y que se podría convertir en una de las grandes herramientas de las que echarán mano en el futuro inmediato. Las marcas se han empezado a obsesionar con unos nuevos prescriptores en la era de las redes sociales y están empezando a apostar por ellos de forma destacada en su estrategia de social media marketing: ha llegado la era de los perros-influencers. Los perros famosos se han convertido en los nuevos favoritos de las marcas.
El boom del pet influencer
La tendencia es una pata más del boom del pet-influencer. Las mascotas, siempre que sean fotogénicas o divertidas, se han convertido en las reinas de Instagram y en las que consiguen acumular miles y miles de seguidores (y posiblemente miles y miles de correos de las marcas en sus bandejas de entrada).
La clave del éxito, lo que hace que una mascota triunfe, está en lo que publica y en lo que hace. Las mascotas que han entrado en la categoría de estrellas de las redes sociales publican fotos divertidas y, sobre todo, fotos que logran conectar con las audiencias. Usan buenos hashtags y posicionan bien sus fotos entre las tantas que se publican en Instagram, logrando un amplio alcance y un buen ratio de engagement.
Todo esto viene además acompañado de que, por mucho que la mano humana esté detrás de todo este éxito, sea bastante invisible o, mejor dicho, menos propicia a cometer errores. Los pet influencers no hablan, no tienen una vida secreta fuera de las cámaras y no es muy probable que usen un iPhone cuando habían prometido promocionar aquel otro smartphone. Son embajadores a prueba de fallos y son, al mismo tiempo, embajadores con mucho más potencial para la viralidad.
El encantador perrito que gana miles de dólares
Y, en medio de ese boom de las mascotas estrellas de internet, han empezado a destacar los perros, como apuntan ahora en un análisis de AdWeek. Los perros famosos de Instagram no tienen solo cuentas con muchísimos seguidores sino que además empiezan a tener una lista cada vez más larga de marcas patrocinadoras.
La relación entre marcas y consumidores vía perros famosos no se limita a las marcas destinadas a mascotas y sus dueños, sino que abarca rangos más variopintos y variados. Todas las marcas pueden jugar con esta baza. P&G, United Airlines o American Express son algunas de las marcas que han usado ya a un perro-influencer, por mostrar solo unos nombres y demostrar el variopinto pelaje de quienes conectan con los perros.
Como explica un responsable de una empresa intermediaria entre influencers y marcas, el tipo de marcas que se interesan por los perros son muy variadas y, en general, el interés por estos influencers está creciendo más y más. "Los perros son un denominador común para todo el mundo y son seguros, porque a todo el mundo le gusta un perro divertido o mono", apunta, recordando que no protagonizarán ningún escándalo ni dirán ninguna tontería en Twitter. Los perros, especialmente los perros monos, se asocian de forma subconsciente, apunta otra experta, a un sentimiento positivo y a una cierta sensación de proximidad (es como si conocieses a ese perro), lo que crea una situación muy favorable para las marcas.
Y si la situación es favorable, las marcas entran en el juego. Los perros famosos de Instagram están ya moviendo cantidades interesantes de dinero. Una actualización en Instagram en alguna de las cuentas de estos perros célebre se cotiza ya en una horquilla de entre 2.000 y 10.000 dólares.
