Por Redacción - 12 Diciembre 2016
Una de las reglas de oro de las redes sociales es la de ser conciso y no decir más que lo que se tiene que decir. En las redes sociales, todo el mundo lleva prisa y quiere además las cosas en el momento exacto en el que las tiene delante. Nada de tener que hacer grandes esfuerzos por acceder a la información: de hecho, muchas veces se podría decir que los usuarios ni siquiera quieren hacer el esfuerzo de leer lo que tienen delante, como bien saben los periodistas que han tenido que ver como sus noticias se llenaban de comentarios en la página de Facebook de su medio una vez compartidas, comentarios que demuestran que quien los hace no ha leído la noticia en cuestión.
Si a todo eso se suma que el espacio para escribir es limitado y escaso (ahí están los 140 caracteres de Twitter), se puede ver de forma mucho más completa el panorama. Lo largo, en redes sociales, carece de sentido.
Pero ¿está a punto de cambiar esta idea? ¿Van a tener que jugar con nuevas cartas los responsables de páginas en Facebook y van a tener que empezar a jugar con otros elementos si quieren ya no solo conectar con sus seguidores sino también "seducir" al algoritmo que ordena el feed de noticias de la red social? Un estudio acaba de apuntar por esa línea, lo que no deja de ser sorprendente.
En teoría, de forma oficial, el largo del contenido en Facebook es irrelevante, como apunta un experto en SocialTimes. En la variada lista de cosas que Facebook asegura que tiene en cuenta antes de premiar o castigar un contenido y hacer que suba o no posiciones en el feed de noticias. El largo del contenido no se tiene en cuenta - o eso parece leyendo las normas - para ordenar el feed.
Sin embargo, un estudio de Keywee ha demostrado que el largo sí importa. Los contenidos longform no solo son premiados por el algoritmo, sino que también consiguen muchos mejores resultados si se analiza cómo los reciben los seguidores. La cantidad de texto impacta sobre el alcance orgánico, sobre su posición en el feed y sobre la respuesta de los seguidores. Los posts más populares son aquellos que vienen acompañados por una explicación más larga. Es decir, por ejemplo, cuando se publica un link en una página de Facebook se logra un resultado mucho mejor si este viene acompañado por una explicación mucho más larga.
Pero no por ello las marcas deben volverse locas y escribir grandes descripciones infinitamente largas. Las cosas no funcionan así. La frontera está en 20 palabras. Si se incluye una descripción de menos de 20 palabras, se logran resultados más bajos. Con 20 se logran los resultados más óptimos, que no mejoran si se amplía el número de palabras (los resultados se mantienen planos).
No hay una explicación clara de por qué sucede esto y Facebook no ha dado ninguna explicación sobre la cuestión. En lo que toca a los usuarios y su recepción más positiva, quizás se pueda explicar echando mano de las tendencias generales dentro de la red. Tras años y años en los que se repetía como un mantra que los internautas no querían más que un par de párrafos y que nadie leía nada más que eso, las tornas han cambiado. Los medios de comunicación publican cada vez textos más largos, ya que los usuarios valoran cada vez que el contenido sea extenso y profundo. El último de los grandes booms en contenidos en la red ha sido, de hecho, el boom de los longform.
El hecho de que ahora se acceda cada vez más a los contenidos desde dispositivos móviles ha hecho, además, que se tolere muchísimo mejor que haya un mayor caudal de información. En nuestro tablet o en nuestro smartphone tenemos una tolerancia mayor a un mayor número de palabras.