Artículo Social Media Marketing

Los problemas a los que las pymes deben enfrentarse en Instagram

Por Redacción - 21 Septiembre 2017

Instagram se ha convertido en la red social de moda y en la que todo el mundo parece decidido a querer conquistar. La aplicación de fotografías es uno de esos escenarios que despiertan el creciente entusiasmo de los diferentes jugadores del mercado, especialmente a medida que va acumulando más usuarios y se va haciendo más popular. Para las marcas y las empresas, Instagram se ha convertido en una especie de tierra prometida, ya que hasta ahora era de las redes sociales que ofrecía unos mejores resultados en crecimiento en seguidores, alcance y engagement. Esto ha creado un clima propicio para las compañías, que ven de entrada a Instagram ya con muy buenos ojos. Sin embargo, ni todo es oro lo que reluce ni todo es tan fácil como parece.

Y esto es especialmente claro cuando se habla de las pymes. Las pequeñas y medianas empresas quieren también aprovechar el tirón de la red social y beneficiarse de todo esto que analistas y estudios han ido diciendo en los últimos tiempos. Pero Instagram no es fácil para las pymes.

Expectativas vs realidad

Quizás el primer problema - y el más grave - que tienen las pymes en Instagram está en el gran choque entre expectativas y realidad. La situación no es nueva, ya que al final han ido pasando por ello en todas las redes sociales. El problema está en que, mientras en algunas redes sociales empiezan a tener ya bastante claro que las cosas no son tan fáciles como podía parecer y que nadie da nada gratis, en Instagram aún sigue manteniéndose esa cierta ilusión de que todo se logrará fácilmente. Las expectativas son las de crecer de cero a mil en unos días, lograr cantidades industriales de me gusta y de comentarios y de convertirse casi de la noche a la mañana en influencer. Sigue existiendo esa idea de que todo es posible… y ya no lo es.

No tienes la garra ni el músculo

Y es que en Instagram las pymes deben enfrentarse a los mismos problemas con los que tienen que luchar en las demás redes sociales. Además de las expectativas desmedidas de lo que se podrá conseguir, está la cuestión de que las pymes no tienen ni la garra ni el músculo que tienen las grandes compañías. Estas suelen tener muy claro qué es lo que quieren hacer y el camino para conseguirlo, mientras que entre las pymes suele haber una falta de estrategia que hace que las cosas sean complicadas para ellas y una carencia de personal y recursos.

Muchas veces el trabajo se deja en manos de alguien dentro de la compañía (¿quién no sigue a una pequeña empresa de su ciudad en la que los contenidos son excesivamente amateurs porque claramente lo hace alguien que no es un profesional?) o en manos de alguien a quien se ha contratado el servicio por una cantidad muy baja y que, por tanto, hace un trabajo mínimo (ajustado, al final, al presupuesto).

Producir contenidos para Instagram no es barato

Esto en Instagram se nota especialmente y hace que el lastre sea todavía mayor. Puede que en otras redes sociales las cosas sean menos complicadas o puedan llevarse mejor, pero en Instagram el que los contenidos sean amateur o no se nota posiblemente mucho más fácilmente. Producir contenidos para Instagram no es fácil y no es barato. Parece ya un cliché, pero sigue siendo importante repetirlo. Las fotografías en Instagram tienen que tener un cierto mínimo de calidad y es preciso respetarlo. Por tanto, pensar que se pueden hacer un par de fotos con el móvil y se tendrá todo cubierto no acaba de funcionar, como tampoco el pensar que ya se podrán encontrar un par de cosas en internet con las que dotar de contenido al perfil. En Instagram no solo prima la calidad, sino también ser un tanto único y tener una personalidad propia.

La red social no lo pone fácil con algunas funcionalidades

Instagram tampoco lo pone fácil con algunas de sus funcionalidades. Por ejemplo, es lo que está ocurriendo ahora mismo a la hora de convertirse en una cuenta verificada. Como recuerdan en Digiday, para las marcas más pequeñas esto es cada vez más complicado y difícil, porque Instagram está haciendo que el proceso sea cada vez más secreto y selectivo. Las marcas y las agencias no tienen muy claro qué deben hacer para conseguir ser una cuenta verificada, mientras que los gigantes parecen tenerlo más fácil.

Si no pagas, no llegas

Además, Instagram ha entrado ya - y quizás mucho más rápido de lo que lo hicieron otras redes sociales - en el si no pagas, no llegas. La red social todavía permite lograr ciertos resultados orgánicos, pero para conseguir objetivos concretos hay que empezar a pasar por caja.

Las pymes llegan tarde a la fiesta

Pero quizás el principal problema al que se enfrentan las pymes es que han llegado tarde a la fiesta. El número de empresas presentes en Instagram ha crecido de forma abrumadora en los últimos tiempos y a las pequeñas empresas les ha pillado un poco el toro por los cuernos. Ellas no solo no estaban preparadas para esto, sino que estaban muchas veces todavía intentando comprender qué ocurría en las demás redes sociales. Y, cuando aún no sabían qué ocurría con Facebook, se han encontrado con que han tenido que aprender qué ocurre con Instagram. Ellas están intentando entrar ahora, pero se han convertido muchas veces en simple ruido de fondo.

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