
Olay se convierte en una marca viral tras los memes del hurto de Cifuentes
Por Redacción - 26 Abril 2018
El aviso me lo dio una amiga, que había encendido la televisión en cuanto vio por internet los titulares del último episodio del caso Cifuentes y que como tantos otros espectadores había conectado con La Sexta y la edición de uno de sus programas estrella, Al rojo vivo. "¿Sabes que Ferreras tiene dos botes de crema Olay en el plató?", me dijo.
Posiblemente no aportaban nada desde el punto de vista informativo, pero ahí estaban. En la cobertura informativa del desenlace de un escándalo que lleva días en proceso, desde que una investigación periodística destapó las irregularidades en el máster de la entonces presidenta de Madrid, Cristina Cifuentes, dos botes de crema antiarrugas se habían convertido en las grandes protagonistas. "¡Jaque mate! ¡Estas dos cremas han dado el jaque mate final a Cristina Cifuentes!", señaló al parecer Ferreras enarbolando los tarros de crema.
Unas cuantas horas más tarde, cuando ya estaba cayendo la tarde pero aún seguían las terrazas llenas por ciudadanos que aprovechaban los últimos rayos de sol, un semáforo que se puso rojo me obligó a esperar al lado de una mesa en una terraza. El grupo que estaba sentado tenía un tema claro de conversación y su conversación animada hacía imposible no escuchar qué estaban contando. El grupo analizaba lo que había pasado con Cifuentes y, por supuesto, hablaban de las mismas cremas que habían salido bien posicionadas en pantalla de televisión. "Son unas cremas buenas pero ¿qué cuestan? ¿20 euros?", decía alguien en la mesa.
Y desde un avistamiento a otro se puede comprender muy bien cómo fue el día de ayer para Olay. Las cremas irrumpieron en las noticias cuando a primera hora de la mañana un medio online publicó un vídeo de hacía unos años en el que se veía a Cristina Cifuentes entrando en la trastienda de un supermercado, para que un guarda de seguridad de una cadena de supermercados - Eroski - comprobase qué llevaba en el bolso. En el interior había dos tarros de crema antiedad de Olay, una marca popular y no de gama especialmente alta. Los titulares saltaban: Cifuentes había intentado robar dos botes de crema antiarrugas en un Eroski. Poco después, la política dimitía de su cargo como presidenta de la Comunidad de Madrid (y señalaba que todo aquello había sido un error), pero tanto ella como los otros protagonistas de la trama se habían convertido en tema del día.
--- Regístrate o accede como usuario para disfrutar del acceso ilimitado a todos nuestros contenidos ---

