Por Redacción - 23 Enero 2019
Instagram se ha convertido en la piedra angular de la estrategia de marketing y redes sociales de las empresas de todo tipo. Puede que al principio muchas compañías pensasen que aquello no era para ellas, pero lo cierto es que el éxito de Instagram ha hecho que todas acaben fijándose en ella. Es una evolución lógica. Ahora mismo es la red social que presenta mejores oportunidades en engagement y en crecimiento.
Este creciente interés y la entrada masiva de las empresas en este entorno ha hecho que las compañías se hayan lanzado a la publicación de contenidos. Sienten que ya están ahí y que eso es lo importante. Sin embargo, y como ha ocurrido antes con las demás redes sociales, este proceso de entrada en la red social requiere jugar bien las cartas, ser muy bueno en la estrategia y, sobre todo, tener en cuenta qué se debe hacer en cada momento y de forma específica en la red social.
Antes de pensar en crecer y en lograr datos de impresión, los responsables de marketing deben tener muy claros los puntos básicos que tienen que cumplir en Instagram. Tienen que asentar las bases, algo que no siempre se está haciendo.
De entrada, los responsables de redes sociales tienen que tener cuenta las normas básicas que deben aplicar para publicar en Instagram. Es decir, antes de lanzarse a florituras y a grandes movimientos experimentales o antes de contratar a una armada de influencers se deben sentar unas sólidas bases. Los tres puntos cruciales que Hootsuite identifica, los que son la base sobre la que asentar el resto, son muy importantes.
Parece obvio pero es crucial: el contenido tiene que adecuarse a la audiencia
La primera gran buena práctica está muy vinculada a la lógica y, a pesar de ello, sigue siendo algo en lo que muchas veces las empresas fallan. Lo importante no es lo que estén haciendo los demás o lo que le haya funcionado a aquel influencer. Lo importante es lo que tu audiencia quiere ver. Antes de establecer nada y antes de pensar en lo mucho que se va a conseguir con tal o cual estrategia, se debe comprender cómo es la audiencia, cómo se comporta y qué contenidos le interesan. A partir de ahí, se toman las decisiones.
Nunca se debe dejar de hacer pruebas
Nunca se debe dejar de probar contenidos o de testear nuevos horarios de publicación y nuevos formatos simplemente porque se ha encontrado uno que parece que funciona o que lo ha estado haciendo. El mercado es volátil y los consumidores cambian. Lo hacen sus hábitos, sus preferencias y sus decisiones y las marcas tienen que ser capaces de adaptarse a todo ello. Quedarse congelado en el tiempo es un riesgo que la marca no debe correr, porque puede hacer que pierda todo lo ganado.
Hay que optimizar el contenido
O lo que es lo mismo: no vale de nada esa foto borrosa hecha con el teléfono no muy bueno de aquel trabajador de la empresa que pasaba por allí. Instagram requiere contenidos de calidad, lo que supone lograr fotografías y demás contenidos audiovisuales que resulten atractivos y profesionales.
Pero no solo importa lo audiovisual sino también todo lo que lo acompaña. Esto supone apostar por textos que funcionen y una buena selección de hashtags, que no deben ser todos cuantos hay en el mercado. Por supuesto, también hay que usar todo lo que la red social permite. Si se pueden emplear Instagram shopping, se debería hacerlo.
Una vez que se tiene sentadas las bases, es el momento de pasar a comprender qué es lo que está ocurriendo y qué es lo puede hacer que los consumidores conecten mucho mejor con el contenido que se está ofreciendo. Una de las grandes obsesiones de los responsables de marketing es la de saber cuáles son los horarios que mejor funcionan y cuándo deben publicar sus contenidos para que sean un éxito.
Antes de nada, habría que decir que no hay una regla mágica. No se puede decir que publicar a tal hora o a tal otra va a lograr que se tengan miles de me gusta y otros miles de comentarios. Las compañías tienen que ser capaces de comprender cuáles son los momentos que mejor le funcionan a sus audiencias concretas. Incluso los horarios por sectores, aunque son una indicación de cómo en general están ocurriendo las cosas, no necesariamente tienen que funcionar a una marca concreta. Tiene que coger esa información, estudiarla pero también cruzarla con sus propios datos.
Un estudio de Hootsuite de las horas de publicación de diferentes industrias ha identificado los momentos cruciales en los que las cosas funcionan mejor a cada una de ellas. Para la industria de los viajes y el turismo, su mejor momento es el viernes durante la mañana (posiblemente, porque permite soñar con lo que se podría hacer el fin de semana). Los martes y los lunes son, en ese orden, los días que mejor funcionan. Para los medios y el entretenimiento, los mejores días son los martes y los jueves entre las 12 y las 3 de la tarde, posiblemente porque coinciden con la hora de la comida.
Los viernes al mediodía son los mejores momentos para las compañías de comida y bebida, con buenos resultados también los miércoles, jueves y sábado, y los mejores momentos también, con martes y jueves a la misma hora, para el retail. Posiblemente, esté muy relacionado uno con otro. La pausa de la comida conecta a los consumidores con las cuentas de comidas y bebidas pero también con las de tiendas.
Para las compañías de cuidado personal, los viernes y los jueves después de comer son sus mejores momentos. Para las de tecnología, los lunes y los martes a eso de las dos.