
Lo que el caso del Fyre Festival nos enseña sobre los peligros del marketing con influencers
Por Redacción - 14 Febrero 2019
Iba a ser uno de los grandes festivales de 2017. El Fyre Festival iba a convertir una isla de las Bahamas en el escenario y el espacio total de un festival de música. La idea que vendía era la de una experiencia de ensueño. Vendían una especie de paquetes de entrada y alojamiento que permitían pasar unos días en la isla, dormir en espacios de ensueño y tener una experiencia memorable.
Cuando llegó el momento de la verdad, en el mes de abril de ese año, se destapó la mentira. Los asistentes, que habían pagado entre 1.000 y 12.000 dólares por la experiencia, se encontraron con tiendas de campaña de rescate para damnificados de los huracanes (e inundadas por las lluvias del día anterior) y con que todo estaba muy lejos de ser el paraíso esperado. La isla de ensueño privada era, en realidad, un terreno casi en obras en una esquina de una de las islas de las Bahamas. Los asistentes se quedaron varados en tierra de nadie, cuando el festival fue cancelado ante el pico de críticas y los motines tras su llegada a la zona, y los vuelos fueron cancelados en el aeropuerto local.
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