Por Redacción - 19 Febrero 2019
Es una de esas cosas que han aparecido, crecido y se han puesto de moda. Las Stories, que Instagram lanzó para competir con el concepto de Snapchat (contenidos de existencia efímera que acaban desapareciendo), se han asentado firmemente en el mercado. Tanto ha sido así, de hecho, que se han convertido en uno de los elementos de moda y ha dado el salto a otras redes sociales.
Tanto es así, igualmente, que Facebook ya considera que es uno de los elementos clave de su futuro y de dónde vendrán los ingresos en el futuro próximo. Los analistas están bastante de acuerdo con esta visión y creen que podrían ser uno de los grandes bombazos de Facebook en 2019, el elemento con el que captarían la atención de los anunciantes. Facebook está potenciando que se publiquen esos contenidos y también está ya trabajando para monetizarlos en su red social principal.
En Instagram, las Stories se han convertido ya en uno de los elementos que tanto las marcas como los influencers quieren y buscan. Ambos grupos están empleando las Stories, juntos o por separado, de forma notable y están apostando más y más por ello.
Posiblemente, esto ocurra porque los propios consumidores están recibiendo cada vez más y con mejores ojos esos contenidos y están consumiendo más y más Stories. Esto también está suponiendo una migración de esfuerzos, recursos y actividad desde la red social de forma más general a este espacio concreto.
De hecho, los estudios ya dejan absolutamente claro no solo su crecimiento sino también el modo en el que se está modificando la tendencia. Las Stories son ya tan populares que están canibalizando las colaboraciones en posts. Uno de cada tres posts en Instagram que incluían la etiqueta #ad, la que señala que son publicidad, durante 2018 fue ya una Story, como apuntaba un estudio de Klear.
Por ahora, los post tradicionales patrocinados siguen ganando, pero el peso de las Stories ya es muy notable. El 66% del contenido patrocinado fue posts. El 34% restante ha sido Stories.
Para los influencers, el formato de las Stories encaja mejor a la hora de hacer publicidad pero seguir siendo "ellos", como se puede concluir viendo el análisis que hacen en eMarketer de los datos. Las Stories, que permiten ir tras bambalinas, ayudan a crear conexiones más auténticas entre el influencer y su audiencia.
Las marcas también ven con buenos ojos que sus historias patrocinadas se vayan a las Stories porque creen que permite añadir un toque mucho más claro de autenticidad. Como explica la responsable de marca de Moët & Chandon, los consumidores siguen a los influencers porque les interesan sus vidas diarias. El post se ve como algo más editado, pero los contenidos de las Stories se perciben como mucho más espontáneos y mucho menos editados. Se ven como muchos más reales y mucho más vinculados a la personalidad de verdad del influencer. Por tanto, la marca y su vínculo se pueden percibir como menos publicidad.
A eso se suma que el engagement suele ser más sincero y que las interacciones son mayores. La Story logra más interacciones y se convierte en un canal publicitario mucho más directo.