
La autenticidad de internet y las mentiras de la influencia
Por Redacción - 14 Marzo 2019
Uno de los elementos que hicieron que muchos perfiles creciesen en internet y que las empresas se obsesionasen con ellos fue el hecho de que eran auténticos, o que al menos así era cómo se vendían y así era como los percibían los consumidores.
Fue lo que hizo que los youtubers triunfasen en la red y conectasen con sus audiencias, pero también fue la piedra angular de lo impulsó el marketing con influencers. Mientras los mensajes publicitarios mostraban una versión mejorada y mientras las marcas contaban lo que les interesaba contar, los influencers estaban señalando simplemente las cosas que era, lo que les acompañaba en su día a día. Era una versión que veían más real y más, volvemos a la palabra clave, auténtico.
La autenticidad era un valor al alza y algo que los consumidores buscaban cada vez más y apreciaban también de forma mucho más destacada. A eso hay que sumar que internet se veía en general como un espacio en el que se podía mostrar más la realidad, ya que las redes sociales hacían que todo el mundo estuviese siempre conectado y, por otro lado, la red en general permitía comprobar mucho más rápido lo verdadero y lo falso. Nunca se había podido desentrañar más rápido a los mentirosos, parecía, que en los tiempos de internet.
Pero ¿es eso realmente cierto? El boom de las fake news y de la desinformación ya ha pinchado la burbuja de que en internet es muy fácil encontrar la verdad y desenmascarar las cosas, pero la cuarentena podría tener que aplicarse a muchas más cosas. ¿Está internet permitiendo encontrar lo auténtico, como los consumidores quieren y las marcas usan como trampolín, o simplemente está haciendo que todo sea cada vez más uniforme y que todo el mundo esté accediendo a lo mismo en todas partes?
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