Por Redacción - 10 Octubre 2019
El 5G es uno de los recurrentes protagonistas de las conferencias y congresos de tecnología. Las operadoras de telecomunicaciones están desplegando sus redes y los fabricantes de dispositivos están ya presentando sus smartphones compatibles. El 5G está a la vuelta de la esquina y va a cambiar profundamente las comunicaciones, algo que los responsables de marketing empiezan ya a tener muy en cuenta.
Al fin y al cabo, el 5G va a cambiar el marketing y la publicidad, haciendo que cualquier pantalla se convierta en una oportunidad para posicionar mensajes, que estos sean mejores y que se generen experiencias inmersivas de un modo más sencillo. Además, el despliegue del 5G y la mejora en la velocidad de navegación también permitirá innovar y mejorar los formatos de publicidad online o hacer que los datos fluyan de un modo mucho más rápido.
Ese último punto será el que hará que el 5G cambie las cosas de un modo mucho más ambicioso y a una escala más amplia en muchas más áreas. Permitirá, de hecho, que las empresas puedan recopilar información de una manera mucho más rápida de lo que es habitual y que, por tanto, logren saberlo todo sobre sus consumidores con un tiempo de impacto mucho más breve.
Si los datos llegan más rápido, se crea un contexto en el que se puede responder también de forma más eficiente y rápida a sus necesidades. EL 5G no debería cambiar solo el flujo de la información en una dirección, sino hacerlo también en la otra.
Y uno de los escenarios en los que el 5G cambiará mucho las cosas es el social listening, o al menos eso es lo que creen los analistas de Capgemini. El social listening se ha convertido en uno de los pilares del social media marketing y en una de las disciplinas en las que, en su momento, los responsables de marketing tenían depositadas más esperanzas. Al fin y al cabo, lo que les permitía era seguir las conversaciones de los consumidores en redes sociales y comprender qué querían y qué estaban diciendo de las marcas y de sus productos.
Algunos marketeros creen que es una herramienta que permite asentar a la compañía de forma más firme de cara al crecimiento futuro, aportando datos de valor estratégico. Eso ocurre a pesar de que las empresas, al menos las europeas, siguen sin comprender muy bien su valor y sin hacer exactamente bien las cosas.
El 5G, creen los analistas de Capgemini, hará que las conversaciones sean mucho más fluidas. Las marcas y las empresas tendrán que ser capaces de aprovechar el nuevo contexto para hacer que sus interacciones con los consumidores sean más cercanas y más personalizadas y que estén además mucho más marcadas por el contexto en el que se mueven. Todo esto ocurrirá porque se espera que en ese escenario haya mucho más puntos de generación de datos y que las empresas puedan hacer análisis de un modo mucho más profundo y significativo.
Ese futuro inmediato pasa por coches conectados que darán información en todo momento, por grandes oportunidades de generación de datos vinculadas a los grandes eventos o por un acceso recurrente a contenidos más complejos de un modo más rápido.
Ver vídeos de YouTube o consumir audiovisuales se hará más rápido que nunca y en cualquier lugar sin muchas dudas, porque las conexiones de internet móvil permitirán acceder a ellos en condiciones de alta calidad. A eso hay que sumar que las nuevas velocidades de conexión y la capacidad creciente de las redes impulsará nuevas herramientas, como la realidad virtual y la aumentada, que serán más habituales y que se convertirán en nuevas fuentes de datos para las empresas.
Pero además para las empresas el tiempo de procesado de los datos será mucho más rápido: los consumidores los estarán generando cada vez más en el momento y la información fluirá más en tiempo real que nunca. Eso permitirá acceder a información mucho más precisa sobre la realidad del consumidor y tomar, por ello, decisiones mucho más acertadas.
De hecho, si las previsiones de los analistas se cumplen, el término social listening y las prácticas asociadas pasarían a quedarse obsoletas. Habrían pasado ya a un nivel superior y se tendrían que haber convertido en social intelligence.