Emociones y sentimientos a flor de piel, marcas que hacen vivir y disfrutar de experiencias únicas e inigualables que permiten envolver al consumidor en un estado emocional superior. El tiempo de lo material e intrusivo toca a su fin el cliente busca la experiencia de marca y no se conforma ya con satisfacer sus necesidades requiere ir más allá para sentirse completamente lleno, es por ello que las empresas deben escalar y traspasar las barreras materiales para desembocar en el mar de la espiritualidad del consumidor. Hacer engagement y branding emocional es un paso más hacia la conquista del corazón del cliente, es crear y hacer crecer una biosfera de emociones que haga nacer la fidelidad hacia la marca, es otorgarle la máxima expresión de deseo hacia el consumidor, es una declaración de amor y fidelidad entre ambas partes. Ambos conceptos hacen hincapié en el terreno emocional, buscan colmar los deseos del consumidor y hacerle sentir que es el protagonista de la marca. Se acabó el concepto de simple cliente que busca cubrir sus necesidades, y se asiste al nacimiento de un marketing de emociones, un marketing que vive y se alimenta del vínculo que existe entre marca y persona. Se practica un marketing humanizado e integrador, un marketing de los cincos sentidos que permite conectar con el "Yo Interior" del cliente, y éste ya no es considerado como un simple consumidor de la marca, es una persona que necesita vivir la marca y a través de engagement y branding emocional es posible ofrecerlo. La continua socialización y humanización de las organizaciones es caminar con visión emocional para crear una cultura, un estilo de vida que sea claramente identificado por el consumidor y tanto engagement como branding son los puntos clave para reforzar el sentimiento hacia la marca. El engagement permitirá crear a las organizaciones el cultivo perfecto para hacer aflorar los sentimientos y con branding emocional se conectará con el plano sensorial de la persona. La biosfera creada por la organización se nutrirá del feedback y retroalimentación que existirá entre marca y persona debido a la continua interacción. Una empresa no debe olvidar que detrás de un consumidor hay una persona, que como tal necesita ser amada, vivir experiencias y ser parte de una cultura en la que se sienta plenamente integrado e identificado. Si, es tiempo de cambiar la mentalidad material para ofrecer un branding emocional que conquiste, cautive y enamore a la persona, es la hora idónea para crear lazos emocionales. Porque vivir experiencias te hará único, porque ofrecer sentimientos será fortalecer los lazos y para ello practica engagement con branding emocional. Porque es tiempo de emocionar y de hacer nacer marcas con sentimientos.