Un aire nostálgico, vintage, de emociones hacen renacer al marketing, una manera más de sentir, de vivir un branding emocional que se entrelaza con el engagement. Los sentimientos son los que determinan la elección, el consumidor no es una marioneta en manos de una organización, hace tiempo que cortó los hilos y hoy busca una marca humanizada, integradora, más social que le haga saborear recuerdos y emociones. La nostalgia es revivir la esencia de la marca, es aquel sabor para la que fue creada y que fue perdiendo con el paso del tiempo a base de un empuje constante y subliminal hacia el cliente. Ese marketing familiar, de sentimientos vuelve a renacer como ave fénix de sus cenizas. Quien no recuerde de donde viene, no perderá a un cliente perderá a la persona, su fidelidad y el amor eterno el cual propaga a los cuatro vientos. Un marketing nostálgico es apostar por la persona que vive debajo del consumidor, es ofrecer emociones, es tocar la fibra sensible, es invadir el plano emocional, es conquistar su alma y cautivarle, es devolver la ilusión por aquella marca que perdió su esencia y de la cual se enamoró y que hoy ya ni recuerda. Se habla de emociones, de practicar branding y crear un engagement, se tienen las herramientas necesarias, es poner en marcha la maquinaria y desempolvar el baúl de los recuerdos de la marca. Como ejemplo quién no recuerda los anuncios de Cola-Cao con su canción tan pegadiza, mientras lees estás líneas tu mente divaga en recuerdos, te invade la emoción, y sí, ya te está haciendo sonreír, te recuerda tu niñez, tu infancia, ese aroma vuelve a tu interior, no se te olvida, te han enganchando, el branding emocional activa tus sentidos y el engagement te hace sentir identificado con el producto, esa nostalgia ha vuelto a ti, estás saboreando viejas emociones que ha conectado la marca con tu "Yo Interior" . Es posible practicar un marketing nostálgico, que recorra cada rincón de la emoción, del sentimiento del consumidor, es seguir avanzando hacia la persona. Es volver a desandar lo andado, construir una lovemark que haga revivir experiencias aquellas experiencias que te hicieron tan feliz, que marcaron una época en tu vida. Nostalgia, emociones, sentimientos y el corazón a punto de estallar, es el marketing nostálgico que llama a tu puerta, derriba el plano material para llevarte a través de la historia, para hacerte feliz y hacerte recordar que una marca es capaz de amar y ser amada por el consumidor. Nostalgia y emociones la fórmula perfecta, la conexión entre marca y consumidor se verá reforzada, porque la esencia es recuperable, conquista a la persona que hay detrás de la marca.