Siempre se ha dicho que del amor al odio hay un paso; son sentimientos primarios, inherentes al ser humano, capaces de provocar reacciones incontrolables y mover a la acción. Pues bien, estos incontrolables sentimientos también pueden hacer que los clientes adopten una postura concreta respecto a las marcas. El estudio realizado en Australia por el Laboratorio de Audiencias de la Universidad de Murdock en colaboración con la Universidad de Wollong ha demostrado la efectividad del branding emocional. En el estudio participaron más de 1.000 australianos, a quienes se les preguntó sobre cuáles habían sido las marcas que habían comprado durante el pasado año, tanto de productos de uso diario, como puede ser el detergente o la leche, como otros productos de cierto valor añadido, como puede ser la cerveza o cosméticos. Los consumidores que sienten algún tipo de vinculación emocional con la marca compran más. Por ejemplo, los hombres que son fieles a su marca de cerveza consumen un 38% más, incluso las mujeres que sienten esa predilección especial por su marca de detergente compran hasta un 60% más. Las marcas cosechan tanto admiradores como detractores, pero sus amantes actúan como sus más fieles defensores. Un caso que lo demuestra, también en Australia, fue cuando un terremoto causó el cierre de la fábrica de Marmite, un emblemático producto que no puede faltar en el desayuno de los australianos. Ante la imposibilidad de que la empresa pudiera mantener su presencia en el mercado, lanzó un mensaje para todos sus fieles seguidores: "Tranquilos, volveremos", con el fin de demostrar que seguía ahí y de fomentar la confianza de sus clientela. No en vano, la comunicación llevada a cabo por esta marca en el transcurso de los años ha ido dirigida a reforzar el sentimiento de pertenencia por parte de sus acérrimos seguidores, recogido en el slogan: "Love It or Hate It". Crear esta estrecha vinculación no es tarea fácil; las marcas se vuelcan día a día en pos de este objetivo, pero la suerte no siempre les sonríe. El Dr Steve Bellman, subdirector del Laboratorio destaca que las empresas han de aprovechar este sentimiento positivo por parte de los clientes hacia su marca y consolidar esta lealtad con todo tipo de acciones comunicativas, además de promociones y ofertas especiales.
LoveMarks: marcas que emociona, levantan pasiones y son super-ventas
Kevin Roberts, una de las figuras más importantes de la publicidad y el marketing de las últimas décadas afirmó poniendo de manifiesto que “lo que mueve a los seres humanos es la emoción, no la razón”.
Existen muchas marcas a las que podríamos aplicar el calificativo de LoveMarks o marcas que verdaderamente emocionan. Entre ellas, encontramos marcas como Apple, Coca-Cola, Ikea, Adidas, Lego, BMW o Starbucks. Pero si algo podemos destacar al margen de los aspectos emocionales y que mantienen en común, es que todas ellas son auténticas marcas super-ventas y mantienen una fuerte apuestapor el marketing y la publicidad donde las emociones juegan un papel fundamental.
Evidentemente, todas ellas trabajan bajo una filosofía empresarial y comercial donde la calidad detrás de un buen producto, y un buena atención sonaspectos claves yfundamentales. Precisamente los aspectos que finalmente suelen convertirse en la razón principal por la que los consumidores deciden elegirlas vinculándose a ellas emocionalmente. En la mayoría de los casos, como decía el propio Kevin Roberts, porque forma parte de nuestra historia, porque las percibimos como nuestras o porque compartimos su filosofía".