Por Redacción - 16 Diciembre 2022
Si se les pide a los trabajadores de los departamentos de marketing, publicidad, diseño y comunicación que cuenten sus batallitas laborales y los elementos que se han acabado convirtiendo en un problema para poder hacer bien su trabajo, posiblemente todos acabarán hablando de lo mismo. Proyectos que se eternizan porque no se paran de pedir cambios, jefes que no saben decir exactamente qué quieren o que dan instrucciones erróneas y obligan a volver a rehacer las cosas, deadlines que no se cumplen bien porque se producen cadenas de retrasos…
Al final, todo se puede reducir a un único elemento: la comunicación interna falla. Nadie se está explicando realmente bien y, por eso, no se está llegando a lo que se debería estar haciendo como debería ser.
La idea no es exactamente nueva, sino que ha sobrevolado la industria en análisis y estudios durante años. Cada vez que los marketeros se quejaban del elevado tiempo que perdían en reuniones y más reuniones —podría haber sido un email es casi una queja colectiva— o hablaban de cómo en la base de su burnout estaban las expectativas incumplidas, se podía encontrar el rastro de esta situación.
El más reciente estudio —uno británico de la DMA— señala que la “pobre comunicación interna” es uno de los problemas clave para los marketeros. No es el que encabeza la lista, pero sí es el que ha mostrado un crecimiento más elevado de un año para otro. Si en 2021 el 26% de los marketeros apuntaba que este era un problema que lastraba su trabajo, en 2022 es el 33% quienes señalan que la pobre comunicación interna es el principal problema en el trabajo diario de los marketeros.
Además, este fallo a la hora de transmitir qué se espera y qué se debe hacer podría convertirse en un problema incluso más serio y con consecuencias más nefastas ahora que están cambiando los modelos de trabajo. En al era del teletrabajo, no saber transmitir qué se espera es un lastre que ninguna empresa se puede permitir. “Los equipos gestores senior deben analizar esto si quieren seguir un éxito continuado en sus nuevos modelos híbridos de trabajo”, apunta a Warc Ian Gibbs, director de insight de la DMA.
Pero si la pobre comunicación interna es el lastre en el que más crece la preocupación de los marketeros, este no es —ni de lejos— el único problema al que se enfrentan a la hora de hacer su trabajo.
El estudio identifica como las dos preocupaciones más populares los presupuestos limitados (un 47% de los marketeros lo señala, aunque son menos que el 55% que lo hacía el año pasado) y la falta de datos (es un 46% quienes apuntan en esa dirección, tres puntos porcentuales más que el 43% que lo hacía en 2021).
También funcionan como palos en las ruedas de su trabajo los limitados recursos internos (preocupa a un 34%, frente al 36% de 20211) y la falta de estrategia corporativa (29% frente al 30%).