Por Redacción - 3 Abril 2023
Las marcas son elementos esenciales en el mundo de los negocios. A lo largo del tiempo, muchas marcas han conseguido consolidarse en la mente del consumidor, creando una fidelidad y confianza que les ha permitido mantenerse en el mercado. ¿Cómo lo han conseguido? ¿Cuáles son los factores que influyen en que las marcas perduren y permanezcan en la mente del consumidor con el paso del tiempo?
Hay muchos estudios y estadísticas que respaldan la idea de que la construcción de una marca fuerte y perdurable es un elemento clave para el éxito de las empresas. En este sentido, un informe de la consultora Accenture destaca que el 63% de los consumidores prefieren comprar productos y servicios de marcas que les resultan conocidas y en las que confían. Es decir, la familiaridad y la confianza son factores clave en la decisión de compra. Otro estudio de la consultora Millward Brown, señala que las marcas que perduran en la mente del consumidor son capaces de generar una mayor rentabilidad. Estas marcas son capaces de aumentar su margen de beneficio y de generar un mayor retorno de inversión para sus accionistas.
El neuromarketing y las neurociencias han estudiado cómo funciona la memoria y cómo los consumidores procesan y retienen información sobre las marcas. Estas disciplinas han demostrado que la memoria es un proceso complejo que implica múltiples áreas del cerebro y que está influenciado por diversos factores.
En cuanto al nivel de recuerdo de las marcas, los estudios han demostrado que las marcas que logran generar una conexión emocional con los consumidores son más propensas a ser recordadas y reconocidas en el futuro. Esto se debe a que las emociones son un factor clave en la formación de la memoria y en la toma de decisiones.
Por otro lado, el neuromarketing ha identificado que el cerebro humano es más propenso a recordar información que es visual, emocional o novedosa. Conociendo estos datos, es importante entender que la marca es mucho más que un simple logo o un nombre. La marca es la personalidad de una empresa, es la forma en que se presenta al mundo y cómo se comunica con su público. Por eso, una marca debe ser auténtica y coherente en todos sus aspectos, desde la imagen visual hasta los valores que transmite. De esta forma, los consumidores pueden identificar rápidamente a la marca y entender lo que representa.
Recordamos las marcas porque las marcas se han convertido en una parte integral de nuestra vida diaria y de nuestra cultura. Las marcas están presentes en todos los aspectos de nuestro entorno y nos rodean constantemente, desde los productos que compramos hasta los servicios que utilizamos y los anuncios publicitarios que vemos. Además, las marcas nos ofrecen una serie de beneficios y ventajas, como calidad, fiabilidad, estatus social y pertenencia a un grupo. Las marcas nos ayudan a identificar y diferenciar los productos y servicios que consumimos, lo que nos permite tomar decisiones de compra más informadas y eficientes.
Uno de los factores más importantes que influyen en la permanencia de una marca en la mente del consumidor es la calidad de sus productos o servicios. Una marca que ofrece productos de alta calidad y un servicio excepcional, genera una experiencia positiva en el consumidor que se traduce en una mayor fidelidad hacia la marca. Los consumidores tienen una memoria muy larga cuando se trata de experiencias negativas, por lo que es importante que la marca sea consistente en la calidad de sus productos o servicios.
Otro factor que influye en la permanencia de una marca en la mente del consumidor es la creatividad y la innovación. Las marcas que son capaces de sorprender y ofrecer productos o servicios únicos y originales, logran diferenciarse de la competencia y permanecer en la mente del consumidor por más tiempo. Esto no solo se refiere a la innovación en productos o servicios, sino también a la forma en que la marca se presenta al mundo, como su publicidad, sus campañas de marketing o sus redes sociales.
Una marca que mantiene una imagen coherente y consistente en el tiempo, es más fácil de identificar y recordar para el consumidor. Por eso, es importante que la marca mantenga una línea visual y tonal constante en todos los puntos de contacto con el consumidor, desde su sitio web hasta sus redes sociales o su publicidad. De igual forma, otro factor que influye en el nivel de recuerdo de las marcas es la repetición. El cerebro humano es más propenso a recordar información que se ha repetido varias veces. Por esta razón, las marcas que logran generar una presencia constante y consistente en la mente de los consumidores son más propensas a ser recordadas en el futuro.
Más allá de estos beneficios tangibles, las marcas también tienen un valor emocional y psicológico para los consumidores. Las marcas pueden evocar recuerdos, emociones y experiencias positivas asociadas con el producto o servicio que representan. Esto crea una conexión emocional entre el consumidor y la marca, lo que puede llevar a un mayor nivel de lealtad y compromiso.
Las marcas que logran conectar emocionalmente con su público, crean una relación más profunda y duradera con ellos. Esto se logra a través de la creación de experiencias que van más allá del producto o servicio, que apelan a las emociones y que hacen sentir al consumidor parte de una comunidad o movimiento.
Podemos concluir pues, que la permanencia de una marca en la mente del consumidor se logra a través de varios factores, como la calidad de los productos o servicios, la creatividad y la innovación, la consistencia en la imagen y la conexión emocional con el público. Las marcas que logran consolidarse en la mente del consumidor son aquellas que son auténticas, coherentes y capaces de crear experiencias positivas y emocionales con su público. Por eso, es importante que las empresas inviertan en la creación y mantenimiento de una marca fuerte y coherente, que pueda diferenciarse de la competencia y generar una conexión emocional con sus clientes.
Es importante destacar que, aunque la construcción de una marca fuerte requiere de tiempo y esfuerzo, la inversión en una estrategia de marca sólida y consistente puede generar grandes beneficios a largo plazo. Una marca consolidada en la mente del consumidor no solo genera lealtad y fidelidad, sino que también puede ayudar a la empresa a diferenciarse de la competencia, aumentar su rentabilidad y, en última instancia, a crecer en el mercado.
En este sentido, las empresas deben estar atentas a las necesidades y expectativas de sus clientes, y adaptarse a los cambios del mercado y de la sociedad. La creación de una marca fuerte y perdurable requiere de una escucha activa y constante de los consumidores, y de una capacidad de adaptación y renovación para mantenerse relevante en un entorno cada vez más cambiante y competitivo.
Como hemos podido comprobar, la permanencia de una marca en la mente del consumidor es el resultado de un conjunto de factores que incluyen la calidad de los productos o servicios, la creatividad y la innovación, la consistencia en la imagen y la conexión emocional con el público. Las empresas que logran consolidar su marca en la mente del consumidor son aquellas que son capaces de construir una identidad auténtica y coherente, que genera experiencias positivas y emocionales con su público, y que se adaptan a los cambios del mercado y de la sociedad. En definitiva, la creación de una marca fuerte y perdurable es una inversión estratégica que puede generar grandes beneficios a largo plazo para las empresas.