La estrategia de marketing dirigida a los más pequeños es un arte que pocas marcas dominan con maestría. Sin embargo, Lidl ha logrado destacar en este campo, generando un interés sin precedentes entre los niños por sus productos y establecimientos. ¿El secreto? Una campaña astutamente diseñada que combina la emoción del fútbol, la nostalgia de los cromos y la promesa de gratificación instantánea.

Desde tiempos inmemoriales, los cromos han sido un pasatiempo arraigado en la infancia de muchas generaciones. A pesar del auge de la tecnología, este formato físico de colección ha mantenido su encanto, sirviendo como vehículo para el intercambio, la camaradería y la expresión de pasiones compartidas. Es en este contexto que Lidl ha sabido capitalizar esta pasión colectiva, integrando los cromos de la UEFA EURO 2024 como elemento central de su estrategia promocional.

La colaboración entre Lidl y la UEFA EURO 2024™ ha dado lugar a una sinergia única, donde el fervor futbolístico se combina con la conveniencia de hacer la compra. La premisa es simple pero efectiva: por cada compra de 15 euros, los clientes reciben tres cartas coleccionables con estrellas del fútbol o tres sobres con tres cartas cada uno al realizar compras en línea a través de lidl.es. Esta mecánica, aparentemente sencilla, es el anzuelo perfecto para atraer tanto a los niños como a sus cuidadores.

Los niños son recompensados de inmediato al recibir sus cromos al finalizar la compra, lo que genera una asociación positiva con la marca y el acto de compra en sí mismo. Esta sensación de obtener algo valioso de forma gratuita refuerza la percepción de valor y fomenta la repetición del comportamiento de compra, alimentando así el ciclo de consumo.

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