Por Redacción - 11 Junio 2014
En 2006, una jovencita sin experiencia en el mundo de los negocios, que trabajaba como vigilante en una escuela de arte, empezó a vender a través de eBay ropa de segunda mano, lo que pronto empezaría a llamarse "vintage". Ocho años después, la jovencita, ya conocida en el mundo de los negocios por su nombre completo, Sophia Amoruso, es la fundadora y CEO de Nasty Gal, una de las firmas de venta de moda que son un recurrente ejemplo cuando se habla de tener éxito en ecommerce. En el camino, su tienda en eBay se convirtió en una tienda online independiente y Nasty Gal en un negocio de 100 millones de dólares. Como Amoruso está explicando a los medios estadounidenses estos días (acaba de lanzar un libro), lo que ocurrió fue que supo ver la tendencia.
La jovencita sin MBA y sin formación de élite en hacer negocios supo ver lo que se avecinaba: los consumidores se iban a lanzar a por lo vintage y el amor por el pasado iba a marcar las pautas de consumo.
El amor por lo retro, por las cosas de décadas o siglos anteriores, no es algo nuevo. Durante el siglo XIX, por ejemplo, era de buen tono tener un fósil, lo que creó una cierta industria en Inglaterra de descubridores de restos prehistóricos para los coleccionistas.
En la moda, la vuelta del pasado es todavía más habitual. Siguiendo en el siglo XIX, no tenemos que ir más allá de sus primeras décadas para encontrarnos con el estilo Imperio, que puso de moda inspirarse en la antigua Roma en el vestuario. Y estos son solo dos ejemplos. Pero lo cierto es que el consumidor puede llevarse la impresión de que, en los últimos tiempos, el gusto por el pasado se ha hecho más elevado, que los productos con sabor retro están en muchos más lugares y que lo vintage (una palabra que hemos incorporado en los últimos años a nuestro vocabulario) ha empezado a ser todavía más habitual.
Por volver ha intentado hasta volver el Anís del Mono, apostando por su look retro remasterizado con una app para tocar la botella en el smartphone y con recetas para cócteles a base de anís en su web. Porque, esa es otra cosa retro que ha vuelto con fuerza y de la que se están aprovechando todas las marcas de bebidas alcohólicas, especialmente de ginebra, han vuelto los cócteles. Las coctelerías eran algo del pasado y ahora se han convertido nuevamente en tendencia y, en un toque bastante irónico, lo cool ahora es saber qué es un Old Fashioned.